jueves, 4 de octubre de 2012

Perdonen mi enésima insistencia



Hay quienes piensan que lo que habría que hacer es mandar al ejército a Cataluña. O en su defecto a la Guardia Civil. Bien, pues esa gente, caso de existir en la realidad, porque también pudiera ser que no fuesen más que una ficción creada por la paranoia persecutoria de los nacionalistas, esa gente, digo, para mí que están completamente equivocados, porque sí, habría que mandar allí un ejercito, pero no de soldados y tanques sino de psiquiatras y camisas de fuerza. Porque aquello, se lo juro, está lleno de gente de atar.  

¿Se han fijado cómo van a poner el campo de fútbol cuando el Barcelona juegue con el Madrid? ¿Pero es que eso lo puede hacer gente que sea mínimamente normal? ¿Qué pretenderán con semejante horterada? Bueno, también había gente que llamaba horterada a lo que hacían los nazis en la Alemania de los años 30-40 del pasado siglo y luego pasó lo que pasó.

Yo, no me duelen prendas confesarlo, echo todas las mañanas una ojeada, u hojeada, que no sé, al "órgano oficial" del nacionalismo catalán. No por nada, sino porque quiero estar avisado, no vaya a ser que aquellos chalados hagan cualquier barbaridad y manden a la basura todo el dinero que tengo invertido en renta variable. Porque mis muchos conocimientos históricos me advierten de que cuando un grupo humano empieza a amagar y nadie le para los pies, fuerzas del mal va tomando que luego hacen inviable una solución pacífica. Y es que leyendo ese "órgano oficial" uno se percata que ya hay demasiada gente en Cataluña que está absolutamente convencida de que toda una serie de conjeturas indemostrables, cuando no mentiras manifiestas, son verdades incontrovertibles. España les roba. Cataluña es una nación milenaria. Madrid es imperialista. Y mil sandeces por el estilo, pero no por ello menos útiles para alimentar el rencoroso imaginario de mentes perturbadas.  

De todas formas, hay que reconocer que también tiene su gracia la cosa. El otro día el President tomando el AVE en la estación de Sans "para irse a España", de mala gana eso sí, pero era por la cosa de la pela... y luego resulta que vas a desayunar a cualquier bar de Madrit y te quieren poner "tumaca" en la rebanada de pan tostado... pero, claro, este pequeño y simpático detalle nunca es recogido por el "órgano oficial del catalanismo rampante" no vaya a ser que contribuya a amortiguar las tensiones.  

En fin, que si Dios te libre de servir al que sirvió, que mucho más te libre, si fuiste a más, de tener que entenderte con el que fue a menos. Porque es humano que no pueda perdonártelo.  

2 comentarios:

  1. Pues si, la cosa se está poniendo fea, miles de catalanes que hace unos meses veían en España y por ende en Cataluña como principal problema el económico, ahora lo único que les preocupa es la independencia,la desean a ultranza, no hay argumentos racionales que les haga entender otra cosa. Nunca pensé que sería testigo en primera línea de lo fácil que es manipular a las masas. Años de insistencia en mentiras que por fin se han convertido, para muchos, en verdades inalienables.
    Creo que a la corta o a la larga habrá independencia en Cataluña y los vascos seguirán el mismo camino. Si España es un país con dificultades económicas, luego seremos tres países en la ruina y con unos odios de difícil solución, pero todavía puede ser peor, sirios contra turcos, OTAN contra Rusia y China y el problema de los nacionalismos locales nos parecerá una nimiedad. Lo siento pero hoy no estoy optimista.

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  2. Sí, Anónimo, es de lo más triste. Quizá todo ello no sea más que la consecuencia de tanto confiar en el ser humano sin haber puesto antes los medios necesarios para poder hacerlo. Personalmente creo que un buen medio sería la enseñanza obligatoria del catecismo del Padre Hobbes. Y luego obrar en consecuencia con sus enseñanzas.

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