viernes, 5 de octubre de 2012

El pequeño teorema de Fermat



Ayer por la noche descansaba de las pesadas tareas del día echando un vistazo a la televisión. Concretamente quedé enganchado en un programa de la CNBC que trataba sobre la imparable decadencia de los EE.UU.. Sostenía con cierto énfasis uno de los intervinientes que tal decadencia no podía tener otra causa que lo obsoleto del currículum educativo del sistema de enseñanza. Argumentaba que se perdía un tiempo precioso en impartir enseñanzas de muy dudosa utilidad. En su opinión todo ese tiempo estaría mucho mejor empleado si se dedicase al aprendizaje de las matemáticas y la lengua que, a que engañarse, viene a ser una y la misma cosa, es decir, el aprendizaje del pensar correctamente por uno mismo. La verdad es que yo no podía estar más de acuerdo. 

Curiosamente, ayer mismo por la mañana había recibido un mensaje de Jacobo en el que me enviaba la conexión al siguiente articulo: "World's most complex mathematical theory 'cracked'". Se trata de la "conjetura abc" y ha sido precisamente un japones llamado Shinichi Mochizuki el que la ha "crakeado", por decirlo al muy anglosajón modo. No sé si lo habré entendido, pero creo que la cosa es más o menos así. Coges, agarras, tres números enteros, ya saben sin decimales, y pones a+b=c . Bien, se tiene que dar el caso de que a, b y c no tengan factores primos en común, o sea, que sean lo se conoce como números coprimos. Entonces tomamos todos los factores primos de a, b y c y los multiplicamos entre sí y obtenemos el número d. Pues bien, siempre se dijo que d tenía que ser mayor que c, pero ha ido Mochizuky y ha demostrado que hay un número finito de veces en los que c es mayor que d. 

 Menuda chorrada me dirán. ¿Y para qué sirve eso? Pues de momento, de acuerdo, no pasa de la pura belleza del más alto discurrir humano. A la larga ya se verá. Miren si no, por ejemplo, el pequeño teorema de Fermat. Ese tipo descubrió que tú agarras un numero entero a y lo elevas a la potencia p, siendo p un número primo, o se sea que no se puede dividir por ninguno sin obtener decimales, luego al resultado le restas a y obtienes un número x que siempre es múltiplo de p. Ejemplo: a=2, p=7, 2 elevado a 7= 128, 128-2=126 =7 x 18, o sea, un entero múltiplo de 7. Bien, una chuminada, ¿no? Sí, puede que sí. Lo que pasa es que si alguien no hubiese descubierto esa chuminada a lo mejor todavía no se podía mandar información secreta por internet. Porque ya saben que los caminos del Señor son inextricables... a no ser que cambiemos el currículum académico y dediquemos más horas a las matemáticas.  

4 comentarios:

  1. La verdad es que el mérito de la noticia es de mi señora, que cuando me llama por la mañana por teléfono para despertarme, cada día me da noticia de lo que acaba de leer en la prensa. Lo curioso del asunto es que a pesar de que los japoneses obtienen una de las puntuaciones más altas en el nivel matemático de sus estudiantes, todavía no me he encontrado con ninguno que considere esta disciplina como lo que es: la más hermosa de las bellas artes. A veces tengo a estudiantes de la sección de Exactas en mis clases y me da la impresión que ellos piensan que les tomo el pelo cuando les digo cosas como esa. Lo único que me responden es que es algo muy difícil. Les respondo lo que te puedes imaginar: "Muzukashi koto wo shinai to, jinsei ga tumaranai koto ni naru", o sea que si uno no hace cosas difíciles, la vida se convierte en un tostón. Entonces ya sí que me miran como si vieran a un extraterrestre.

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  2. Por cierto, muchas gracias por quitar lo de la clave en los comentarios. Muchas veces descubrirla era casi misión imposible.

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  3. Una última cosa que se me olvidaba. Fíjate que el matemático en cuestión, a pesar de ser japonés, se educó desde la infancia en Estados Unidos. Por algo será.

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  4. "Muzukashi koto wo shinai to, jinsei ga tumaranai koto ni naru", efectivamente, esa es la madre de todas las teorías sobre el idóneo transcurrir por esto que llamamos vida. Hace tres años o así subí con Pedro Arbea al Curavacas, el techo de la Montaña Palentina. Aunque no dije nada, las pasé canutas y la semana siguiente era como si tuviese cuchillos clavados en los cuádriceps cada vez que bajaba escaleras o lo que fuese. Pero estaba feliz por haber superado aquel anhelo que no tenía otro aliciente que el de considerarlo casi imposible de cumplir. En fin, sirva como metáfora.

    Entré en configuración y quité lo de la clave antispan. No tenía mucha idea porque a mí en este blog no me la pide. Espero que no se meta nadie por medio y tenga que volver a activarla.

    Es evidente que los EEUU siguen siendo la meta de los que aspiran a superar grandes dificultades.

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