miércoles, 11 de abril de 2012

Niños en la escuela



Hoy, entre unas cosas y otras, venía andando un tanto bastante bajo de ánimos. Y así era que me demoraba por esas páginas de Dios, cuando, de repente, voy y me topo con este conjunto de sentencias. Leí la primera y me gustó. La segúnda, me complació. La tercera, me deleitó. La cuarta, me maravilló. Y así hasta la última. Porque no encontré una que tuviese desperdicio.

Sí, convénzanse, el hombre, y la mujer aunque sea feminista, no son sino lo que saben. Lo demás son mandangas. Y por eso todo lo que hagamos en esta vida que no vaya encaminado a adquirir conocimiento es esfuerzo baldío o delectación frustrante. Correr detrás de las quimeras, en definitiva.

En resumidas cuentas, que ahí les dejo por si quieren deleitarse un rato con los más elevados juegos del espíritu estas sentencias escritas por Francis Bacon.



* * *





*No hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente.

*Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.

*La soberanía del hombre está oculta en la dimensión de sus conocimientos.

*El hombre no es sino lo que sabe.

*El conocimiento es poder.

*El conocimiento se adquiere leyendo la letra pequeña de un contrato; la experiencia, no leyéndola.

*La lectura forma al hombre; las conferencias lo alistan; y la escritura lo perfecciona.

*La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace preciso.

*La historia hace ilustrado al hombre; la poesía, ingenioso; las matemáticas, sutil.

*Nada induce al hombre a sospechar mucho como el saber poco.

*El hombre representa siete años más al día siguiente del matrimonio.

*Aquel que tiene mujer e hijos ha amparado a la fortuna, porque son impedimentos a las grandes empresas, ya sea a la virtud o a la desgracia.

*La fortuna lo hizo tonto, mientras que a ella la volvió hermosa.

*Nuestra humanidad sería una cosa deplorable si no existiera la divinidad dentro de nosotros.

*El que toma venganza es igual a su enemigo, más el que la pasa por alto es superior a su adversario.

*No hay otro placer comparable a aquel de mantenernos siempre de parte de la verdad.

*El dinero es un buen siervo, pero mal maestro.

*El malo cuando se finge bueno, es pésimo.

*En caridad no hay excesos.

*Escoger el momento es ahorrar tiempo.

*La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.

*La discreción en las palabras vale más que la elocuencia.

*La discreción es una virtud sin la cual las otras dejan de serlo.

*La esperanza es un buen desayuno, pero una mala cena.

*La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue.

*Las casas son para habitar y no para contemplar.

*Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar y viejos autores para leer.

 

5 comentarios:

  1. Todas las frases están muy atinadas. Sólo una, la de las conferencias, me ha dejado un poco pensando. Cuando era joven me tragué cientos de ellas, y siempre me sorprendía el que apenas hubiera gente mayor de cuarenta entre el publico. Ahora, que casi nunca voy a ninguna, pienso que, además de que como en casa en ninguna parte, cuando quieres aprender algo de verdad, la soledad es la mejor consejera. Muchas de las conferencias -incluso las pocas que yo he dado- no tienen otra finalidad que la del lucimiento del ponente. No hablemos de los congresos, que suelen ser meras excusas para el turismo. Por supuesto que no hay nada más placentero que el reunirte con unos cuantos colegas para tratar de esas cuestiones de las que solo un puñado de gente en el mundo sabe, pero mejor alrededor de una buena cerveza, ya sabes. En fin...

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  2. Con permiso añado una frase de Santa Teresa.

    "¡Leed y conducireis!. ¡No leais y sereis conducidos!"

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  3. Bueno, yo tampoco supe a qué carta quedarme con lo de las conferencias. Qué sentido tiene ese alistarse. Alistarse, apuntarse a algo, en el ejercito por ejemplo. Alistarse, hacerse mas listo. No queda claro. En cualquier caso recuerdo pocas conferencias de las muchas que asistí. La mayoría un verdadero rollo.

    María, si no para conducir, por lo menos para no ser conducido. Porque hay una ley que no falla: cuanto menos lees más motos te venden.

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  4. Las leí todas un poco rápido, pero entendí "lo alistan", como "lo inscriben", lo "colocan en su lista" o, exagerando, "lo emboban, lo fascinan y le hacen apuntarse al carro tras poca reflexión". (Creo que también se dice "lo posicionan"... ¿no?) Quizá en tiempo de Bacon "posicionarse" o tomar partido fuera una virtud del conocimiento (quizá ahora también, no lo sé).

    ¿Hacerse más listo con una conferencia? Puede; aunque la brevedad del hecho, y la necesaria pasividad del oyente no permiten profundizar mucho en el asunto.
    Si versa sobre lo conocido, se quedará corta. Y si desconoces el tema, pobre de ti. Eso sí, algún pico de oro hay que da gusto escucharle.
    (Lo peor, si coincides con algún conocido, es el "¿Qué te ha parecido?" que te casca justo al salir y a palo seco, es decir, sin haber refrescado aún el pensamiento con esas cervezas o cualquier otro elixir...)

    "Nada induce al hombre a sospechar mucho como el saber poco." Ésta es muy útil.

    Anónima

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  5. Buen análisis del alistar, Anónima. Yo también lo entendí así en primera instancia, como alienar, modular el juicio de alguien. Pero pensándolo, después, pensé que también cabía la posibilidad de alistar como hacer a alguien más listo. En cualquier caso, sí, lo de ¿qué te ha parecido? es terrible.

    Respecto a la inversión proporcional entre sospechar y saber siempre recuerdo a un chaval de Vitoria que no paraba de decir a todo el que afirmaba algo: ¿en qué te basas? El caso es que la inmensa mayoría de los juicios de valor que se emiten por ahí, una vez considerados, quedan todos en meras conjeturas. En realidad la conjetura es la reina de los medios de comunicación, de las barras de los bares, de las tertulias de toda laya.

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