miércoles, 8 de febrero de 2012

El sobrino de Vanizelos


Ayer vi al imponente Evangelos Vanizelos apearse de un no menos imponente Mercedes para hablar a los periodistas de la Hidra de Lerna. Le cortamos una cabeza y le salen veinte, vino a decir. Y ya no hay Hércules capaz de vencerla: esto sólo lo podemos solucionar entre todos, añadió. Bueno, en sentido estricto, tampoco Hércules hubiese podido con ella de no haberle ayudado su sobrino Yolao. 


Quizá, pensé, si Vanicelos tuviese un sobrino... no sé, la verdad, porque cuesta mucho entender que nos estén llegando tantos males de aquel rinconcito de la tierra. Le corta Vanicelos una cabeza a la Hidra y rebotan los mercados. Dos, tres días, y del muñón resultante salen otras dos cabezas. Mercados al garete. Así no hay quien juegue. 


Es curioso, porque Maite dice que Grecia es lo más parecido al paraíso. Y yo nada más lejos que dudar de su percepción. Pero dadas las evidencias de las que disponemos los especuladores financieros no puedo sino pensar que tiene que haber truco. Porque, ¿cómo pueden estar tan felices los turistas en donde no paran de crecerle cabezas a la Hidra? Me parece que este enigma no lo resuelve ni Edipo después de matar a su padre. 


Yo no soy sobrino de Vanizelos, pero le podría dar unas cuantas ideas para acabar con la Hidra. Por ejemplo, le recomendaría contratar a modo de sobrino a Arcadi Espada para que le asesorase sobre "derechos de autor". Porque, vamos a ver, ¿quién en este mundo tiene más derecho a los derechos de autor que los griegos? Aquí, estamos todos los días, un suponer, resolviendo problemas de trigonometría sin pagar el menor royalty a los dueños de su patente. Por no hablar del teatro y la literatura en general que nunca pasa de ser una burda reinterpretación de lo que crearon allí. Y es que, el simple acto de pensar como Dios manda, ¿acaso no somos deudores de su método científico?  


En fin, no hay derecho a que pasen estas cosas. Porque, además, si Vanizelos no mata a la Hidra, adiós a buena parte de mis magros ahorros. 









2 comentarios:

  1. Quizá lo de Grecia se haya ido gestando desde bastante tiempo atrás por una sobredosis de buena fama que devino en "glamour", que a su vez les debió de llevar a vivir demasiado a expensas de los cruceros y de los chiringuitos de playa, como por aquí. (Dionysos por fin haciendo caja...)

    Es posible que las artes plásticas hayan tenido algo que ver como propaganda de un paraíso sensual; luego llegó Onassis, con sus mujeres, sus yates, su corte..., y allá fue mucho quisque a dejarse querer. Y donde el dinero llega fácilmente por poner unas copas o untar bronceador, raro es que que se compagine con la trigonometría ¿no?
    En cualquier caso es lamentable, porque habrá ahora mucha gente pasándolas canutas, y muchas buenas mentes sin poder brillar: por ahí siempre se recorta con facilidad.

    Creo que debería trascender tu idea de los royalties por el gran legado que se les ha usado alegremente durante milenios.
    ¿Dónde hay que firmar?

    Anónima

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  2. Sí, Anónima, desde luego que nunca se nos debería ir de la cabeza lo de las bacantes con Ágave a la cabeza comiéndose a Penteo. Cuando Dionysos empieza a predominar más de la cuenta, ya se sabe, hasta los hijos estorban. Mejor un perrito.

    Respecto a lo de firmar, de acuerdo, yo también.

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