domingo, 15 de enero de 2012

Regeneración

Generalizando o, mejor si quieren, simplificando un poco podríamos concluir que la crisis es sufrimiento y el sufrimiento suele ser fuente de regeneración. Bien, soy consciente de que para algunos hemipléjicos morales lo que acabo de decir suena a cristiano, pero eso es debido a que su deterioro mental les impide concebir que los principios del cristianismo también vienen de más allá, de la noche de los tiempos por así decirlo. De hecho, apostaría doble contra sencillo a que no hay religión en el mundo, o sistema filosófico si les gusta más, que no hunda sus raíces en esa sencilla secuencia de Eros y Tanatos o Tanatos y Eros. Siempre hay un huevo entre las cenizas calientes a punto de eclosionar. Aunque, por lo demás, tampoco se debe descartar que del sufrimiento se derive muerte. 


Les digo esto porque, aunque pudiera ser ingenuidad por mi parte, creo que ya empiezo a notar algunos signos de esa tan esperada regeneración, o salida de la crisis por decirlo de otra manera. La primera buena nueva fue cuando se formó un gobierno de gente con muchísimos más estudios que los del gobierno anterior. Ya digo, seré ingenuo, pero confío en los estudios, que en buena parte son sufrimiento, para mejorar el mundo, o sea, regenerarle. Aunque, claro, no todo va a ser orégano, y estoy de acuerdo con Jacobo en que disminuir el presupuesto de investigación como una de sus primeras medidas no es un buen augurio. 


Pero hay otra señal que vengo percibiendo de un tiempo para acá. Suelo echar una ojeada de vez en cuando al boletín oficial de la catalanidad rampante, o sea, La Vanguardia, y creo percibir de un tiempo para acá entre líneas, una disminución de las ínfulas distanciadoras. Ahora es frecuente ver el sustantivo España varias veces repetido en su primera página. Algo inaudito en el pasado. Y, claro, siguen con lo de la extrema derecha de Madrid como culpable de todo el sentimiento separador de "Cataluña", dicen, como si fuese un todo indivisible, pero sólo es una treta que ni ellos mismos se creen. Ya, hasta los más tontos saben que el verdadero reducto de la extrema derecha española se encuentra entre los círculos independentistas catalanes. Y que el sentimiento separador de "Cataluña" no es tal ni de lejos. Lo más, lo más, una moda entre los sectores más cutres de la población que, por cierto, como las ratas, son los primeros en saltar del barco cuando los pesebres se vacían. Y así es que hasta su policía autonómica ejerce sus derechos de reclamación al grito de ¡viva España! y con flamear de la rojaigualda incluido.


Pero la guinda del pastel ha empezado a circular hace muy pocos días. Y la verdad, me extraña un montón el que no haya levantado más revuelo. De hecho diría que no ha levantado ninguno. Se trata de la fusión en ciernes de Bankia, antigua Caja Madrid, y Caixabank, antigua "La Caixa". Un gran banco español con sede en Barcelona, se ha apresurado a decir uno de los gurús de "a casa nostra". Justamente el mismo que habla con la cabeza de un toro que está colgada en un bar de la Plaza  Mayor de Madrid. Él le pregunta al toro y toro le contesta, ¡qué casualidad!, que en Madrid hay mucho facha. Después él se lo cuenta a los lectores de La Vanguardia a sabiendas de que así producirá grandes hemorragias de satisfacción. Un gran gran banco español en Barcelona, !ya te digo!, o sea de la misma manera que el Banco de Santander está en Santander. ¡Jo! Los provincianos nunca pueden dejar de mirar el mundo por el ojo de la cerradura. De la de su casa, por supuesto. 


En fin, no se amoínen que de aquí, al menos, salimos aliviados de monsergas identitarias. Y de muchas otras otras, supongo, propias de los discapacitados morales que no pueden concebir el mundo como un todo escurridizo... seguramente, pienso, porque de niños nunca se dedicaron a pescar anguilas a mano en el río de su pueblo. 


Y después, una vez repuestos, a esperar el siguiente susto. O la siguiente monserga. Porque no tenemos solución. Se lo juro. 

2 comentarios:

  1. Es posible que también estén muy al tanto de la respuesta del gobierno británico a los supuestos separatistas escoceses: "¿Queréis referéndum? Perfecto, cuanto antes, mejor." A ver si al final la gente de Madrid se va a hartar, acaba diciendo lo mismo y se acaba el chollo del chantaje.

    En cualquier caso es verdad que el no tener un gobierno de analfabetos funcionales ya es una buena cosa. Vamos a ver si tienen buena mano, y les acompaña la suerte, que esa también es otra.

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  2. Sí, lo de Escocia ha sido muy pedagógico. Nada de marear la perdiz con preguntas ambiguas. Sí o no como Cristo nos enseñó y ya. El caso es que ayer, viendo un debate en la BBC, me enteré de una cosa muy curiosas. Ese partido independentista escocés es al parecer muy proeuropeo. Incluso están por cambiar la libra por el euro. Así es que están muy jaleados por algunos países del continente, sobre todo Francia que les anima a dar el paso y que no se van a arrepentir. De todas formas, Escocia no es Cataluña ni el País Vasco. Aparte de su potente sistema bancario tambien está allí el polo más importante de Europa de la alta tecnología. Bueno, al menos eso es lo que dijo en el mencionado debate un periodista de Le Monde.

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