lunes, 7 de noviembre de 2011

Tapatología

Ya se me había olvidado lo que era un fin de semana santanderino con temporal del noroeste. Y además, como para redondear, allí en lontananza ha estado sonando desde el viernes por la tarde hasta esta misma mañana una alarma. Llamé al 112 y me dijo la policía que se iba a dar una vuelta por allí. Se ve que los pobres no pudieron hacer nada. En fin, menos mal que el sábado tuvimos velada con amigos que si no...

Y en esas estaba ayer por la noche, con la cabeza más espesa que un puré de guisantes, cuando de pronto doy con el programa de la televisión andaluza que dirige Jesús Quintero. Bien, el tipo dijo unas cuantas grandilocuencias entre entrevista y entrevista, pero por lo demás me pareció de lo más interesante. Para empezar sacó a una pareja compuesta de locuaz y circunspecto que nos pusieron al día en todo lo referente a la tapatología, nueva ciencia que se estudia en una facultad creada al efecto. Son muchas las materias que allí se enseñan, pero de entre ellas hay tres que destacan por merito propio: la tortillología, el ensaladillismo y la croquetología. Cada una de ellas se divide en varios subgrados. Por poner un ejemplo, dentro del ensaladillismo se estudia la palitosis, abominación que consiste en añadir a la ensaladilla esos palos sintéticos de marisco fabricados con sabe dios qué. En resumidas cuentas, que si una de las palancas para levantar nuestra economía van a ser las tapas, me parece de perlas que el asunto se enfoque desde una perspectiva científica. Porque es muy importante para el éxito de la empresa saber de qué forma y con qué están rellenas las croquetas. O cocletas, que también así se pueden llamar. O, por poner otro ejemplo meridiano, es de cajón que no puede ser lo mismo disponer o no de un experto en voltear tortillas.

No había salido todavía de mi asombro cuando, tras cuatro o cinco grandilocuencias del presentador a mi juicio mucho más que prescindibles, apareció allí un señorín de pelo blanco perfectamente peinado a ralla que resultó ser un lord inglés de procedencia galesa y antiguo ministro de los gabinetes de la Thatcher. Poco más tengo que añadir porque con tales credenciales ya se pueden imaginar lo interesante que tuvo que ser la entrevista. Sólo les apuntaré que me dio la impresión de que Andalucía sigue teniendo tirón para ciertas élites anglosajonas que huyen de la mojigatería antropomorfista que viene devastando sus países desde que las masas se pusieron a consumir con fruición productos de la factoría Walt Disney. Bueno, aquí en España también hay algo de eso, pero, cuanto más al sur, parece que menos. A Dios Gracias.

Terminó el programa con un cuadro flamenco que presentaba la nada desdeñable novedad de añadir a su elenco una pianista gitana que contrapunteaba con rara habilidad las falsetas trufadas de tritonos de la guitarra. Aires de renovación sin duda alguna.

Concluyendo, que una vez más la salvación de este país parece que nos va a llegar por el sur. Porque el norte, ¡madre mía!, gloomy, gloomy, gloomy.

2 comentarios:

  1. Me has dejado de piedra con lo de la Tapatología...es que con el tema navideno ando enredeado con todo y no me dá tiempo a echarte un vistazo.Cuando he leido "Tapatología" he creído que te referías a alguna ciencia andaluza ..eso de tapa tó ,de taparlo..Bueno
    Vamos ,que estaba en Offside,como dícen mis admirados ingleses...Por el Norte ,por lo menos de la pérfida Albión,poco puede venir.NNoa hce mucho tuve la desgracia de pasar por motivos de trabajo uos días en una ciudad en el Norte de inglaterra..No había NADA.Por no haber ,no había ni perros.Me recordaba a una ciudad de los anos 70 en espana.Todo viejo y gastado,casposo..Los Ingleses..todos rapados,caras asociales y la mayoría con su camiseta del equipo nacional de fútbol,esa camiseta blanca con una cruz roja...Fué deprimente..de la comida..mejor no hablar...

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  2. Lo de "tapa tó" está bien pensado. Aunque ahora, por necesidades del guión se está empezando a destapar y la cosa huele que apesta. El sur mafioso en todo su esplendor. Por lo demás, maravilla comprobar como se mantiene ese sentido del humor graciosillo que en el fondo no cuestiona nada. Están perfectamente satisfechos de ser como son y se creen el colmo de la listura porque el sol calienta casi todo el año.

    Me imagino como debe ser una ciudad del norte de Inglaterra porque vivo en una del norte de España. Aquí otra cosa no, pero perros... con su consiguiente corolario.

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