lunes, 5 de diciembre de 2011

Gente pa to


Supongo que todo el mundo conocerá la anécdota, pero, por si acaso no, la repetiré. Se trata de lo de que contestó un famoso torero cuando le señalaron por la calle a un tipo que por allí pasaba. Mira, le dijeron, ese es Ortega y Gasset. Y ese Sr. a qué se dedica, contestó él. Es filósofo. Desde luego, remató el maestro, que tiene que haber gente pa to.

Desde luego que la hay. En Santander, por ejemplo, acabo de enterarme de que hay un "Movimiento en defensa de la identidad de la bahía". ¡Vaya por Dios! La identidad, cosa que yo creía propia y exclusiva de vascos y catalanes, resulta que también la tiene la bahía. !Por cien mil demonios hirsutos, que no me la toquen! Y es que Botín quiere hacer no sé qué para turistas en una de sus orillas. Y los del movimiento dicen que "rompe absolutamente" e "impide" la integración de la ciudad y la bahía. Bien, sus razones tendrán, que un  "Movimiento" que se precie de tal nunca hace tan rotundas afirmaciones sin disponer de estudios previos en los que poder basarse. Porque los "Movimientos", ya saben, de otra cosa no, pero de gente capacitada para hacer sesudos estudios andan sobrados.

Y, luego, que me he enterado de que quieren mover "el monumento". Y eso sí que no. Por ahí no pasamos, han dicho los del "Movimiento".  Porque, ¡leches!, mueves el monumento y toda la identidad se va al carajo. Y ya me dirán qué hace una bahía sin identidad.

Bueno, ya digo, pa to. Y así es que uno nunca sabe qué pensar y, aun menos, cómo posicionarse, porque si uno hace lo que le pide el cuerpo luego pueden venir los del "Movimiento" a afearle la conducta. Que no sería la primera vez en haber tenido problemas con algún tipo de "Movimiento". Así que ¡quita, quita!

Ahora que lo que sí creo que podría ser una magnífica iniciativa por parte de la ciudadanía santanderina sería la creación de un movimiento (a secas) de opinión a favor de las escaleras mecánicas, los ascensores, los teleféricos, los túneles, cualquier cosa, en fin, que ayude a salvar los desniveles de los que la ciudad tiene para dar y tomar. Porque es que, ¿saben?, hay una realidad que parece de mal gusto recordar: Santander tal como está no es ciudad para viejos.  Se lo digo yo que lo soy.

2 comentarios:

  1. Bueno, la verdad es que lo que le dijeron a El Gallo fue que Ortega era catedrático de Metafísica, lo que queda mucho más flipante que filósofo.

    Por cierto, ¿qué monumento es? ¿El de la foto? Imagínate qué futuro habría tenido la humanidad si en Atapuerca hubiera habido un Movimiento en Defensa del Cavernicolismo, propugnando las costumbres de toda la vida, como la antropofagia, la recolección de frutos y la caza, contra el cultivo y el pastoreo y cosas por el estilo. En fin, qué bonito es mirarse el ombligo.

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  2. Sí, es el de la foto. Y nunca he entendido la reverencia que le profesan de un tiempo a esta parte. Porque como diría una señora de mi pueblo que por vivir en un palacio neoclásico se había convertido en juez de linajes, no es antiguo sino viejo. Bueno, puede ser que a falta de pan... y, bueno, un cierto empaque sí que tiene el artilugio. Hasta se podría decir que en nada tiene que envidiar a los que diseñaba Frank de Copenhague.

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