martes, 17 de mayo de 2011

Felaciones.

A veces me pregunto si toda esa gente importante tiene realmente algún poder sobre la vida de los demás. Desde luego que lo que no me pregunto es si tienen algún poder sobre su propia vida, porque de eso estoy seguro de que no tienen ninguno. Es más, si me apuran les diría que los condenados a ejercer la representación del poder sufren de un acelerado proceso de degeneración neuronal que es el que les lleva a decir y  hacer todo tipo de tonterías. Y es que, claro, a saber a que tipo de sustancias se verán obligados a recurrir para poder mantener el ritmo frenético de viajes, reuniones y demás. Porque a palo seco, imposible. Ni el mismísimo Hércules lo resistiría.

El caso es que muchos de esos tipos, por esa degeneración neuronal de la que les hablaba, por el continuo bombardeo de halagos y adulaciones al que les someten los que les deben un puestecillo, por lo que sea, en fin, vienen a dar en creerse Zeus. Y ya saben lo que le pasaba a Zeus, que coño que veía, coño que se le antojaba. Y, para conseguirlo, se disfrazaba de toro, de cisne, pero, sobre todo de lluvia dorada. O sea, que tiraba de chequera cuando sus encantos no bastaban para conseguir el objeto de su deseo.

Bueno, les recomiendo que echen un vistazo a las televisiones francesas estos días. Están todas ellas, sin excepción, sous le shock. DSK, la esperanza presidenciable de la izquierda, ha sido pillado en funciones de Zeus. El tío tenía asumido el papel, pero a la hora de la verdad, no ha sabido dar la talla. Quizá el fallo le haya venido por ser de izquierdas, que, esa gente, como dice Sostres, se creen lo del "todo gratis".

En fin, mejor quédense con las aventuras de Pandora Rebato que esas sí que llegan a buen fin. Las pueden seguir en el blog, La cama de Pandora.

2 comentarios:

  1. Es una historia con mucha moraleja, como dice Sostres. Mira que yo me he alojado en hoteles por el mundo: nunca ha entrado ninguna camarera a mi habitación a traerme las toallas cuando me estaba duchando.

    En cualquier caso lo de la degeneración neuronal de las élites es algo que nadie puede poner en duda. Basta mirarles a la cara y escuchar las estupideces que dicen. Si son de izquierdas, no te digo: ahí tienes como paradigma a González, lo guapo que estaría calladito, todos los motivos que tiene para estarlo, y lo que larga. En fin.

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  2. Mucha moraleja. Que para un rico lo de pagar no aporta nada a la satisfacción del deseo. Necesita de lo prohibido, la violencia en este caso, para añadirle valor al placer lúbrico. Es que el ser humano, por lo general, si no está subiendo escalones se deprime. Sobre todo si ha cogido carrerilla.

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