miércoles, 3 de agosto de 2011

¡Ay madre, qué agonía!










Si uno, por ejemplo, se va la cama después de haberse pegado un chute de Intereconomía o similares, y, luego, al despertar, sin darse tregua, va, coge, agarra, enciende el ordenador, y se pone a recorrer las páginas digitales de los diferentes  medios... ¿en qué disposición de ánimo creen ustedes que ha de quedar? ¿Para salir corriendo en busca de un promontorio desde el que tirarse al vacío? ¿O acaso para descojonarse de risa? ¡Ay madre, qué agonía! Y del camello ni rastro. ¿Pero dónde se habrá metido?









Hoy ya hemos llegado a los 400 puntos y pico de los que dicen "básicos". Bueno, cuando íbamos por los 230 ya nos advertían de que la cosa era insoportable. ¿Qué apuestan a que llegamos a los 500, e incluso a los 600, y no pasa nada? Es decir, que todo sigue igual, o sea, la gente catando pinchos en las casetas de Santander y esas cosas,verbi gratia, que por la noche se seguirán afilando los colmillos antes de salir a ver lo que se pilla.









Así que, tranquilos, porque el chorro de la esencia nadie se va atrever  a cortarlo so pena de hacerse responsable de la consecuente catástrofe. Porque, desengáñense, si no hay retenciones, mal, si no hay atascos, peor, si no hay embotellamientos, ¿qué nos queda entonces? Sí, porque así es, todo nuestro bienestar depende del número de coches que salen a las carreteras. Lo demás, se nos da por añadidura.   







Y,además, ¡alégrense!, porque a más puntos básicos, mayor tolerancia. Elemental. La tolerancia es el motor de nuestras principales industrias. 







 Por lo demás, lo importante es lo importante.











Coda.- Dibujos de Fernando Sánchez para "Cartas a Cándido"

2 comentarios:

  1. Pues no, no tenía ni idea. Me alegro mucho por Fernando porque le han resuelto la vida. En adelante, apuesto a que va a tener mogollón de trabajo. Desde luego que se lo merece porque si hay el artista total ese es él: hasta fregar los platos lo convertía en arte.

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