En Palencia hay un pueblo por la zona del Cerrato que se llama Antigüedad. En Antigüedad hay varias peñas de esas que montan los mozos para divertirse de lo lindo durante las fiestas. De entre esas peñas destaca por su capacidad bullanguera la conocida como la de Los Cavernarios. Tiene su gracia: Antigüead y Cavernarios. ¿Lo cogen? Yo nunca he estado por allí, pero tenía in mente darme una vuelta cualquier día desde que unos amigos muy aficionados a los viajes me contaron historias del lugar de corte entre exotérico y psicodélico. Que si hay allí una ciudad subterránea de la que nadie quiere hablar. Que si el del bar tiene la llave pero se hace el loco cuando se la piden. Cosas en fin, que cuentan los que viajan a los que no viajamos para que sepamos lo que nos perdemos. Bueno, la verdad es que una vez ví un reportaje que pasaron por TelePalencia sobre el pueblo en cuestión y lo que sí había era una loma llena de las secuelas de una antigua mina de no recuerdo qué. Decía una del lugar que no se podía entrar porque todo se venía abajo con sólo mirarlo. Por lo demás sé que en Antigüedad hay una bicicleta a guisa de monumento a Armstrong y unos cazas a reacción en memoria de unos hermanos del pueblo que fueron pilotos durante la guerra civil del 36. Y, en fin, por dar otra pincelada al cuadro, les pongo al corriente de que en las últimas fiestas de Antigüedad actuaron "Las Guarras de Madagascar".
El caso es que todo esto me ha venido a las mientes a causa de haber visto en la tele esta mañana a un parlamentario de nombre Antigüedad. Y lo sorprendente es que con ese nombre tan palentino era el portavoz de los parlamentarios vascos de la, por así decirlo, izquierda aberzal. Por si no lo saben les diré que izquierda aberzal es el eufemismo que se usa en Euskadi para decir nazi. Y sí, lo confieso, me pareció que al tipo le venía su nombre como de molde. Tal como recién venido de pasar las fiestas con sus colegas Los Cavernarios. O sea, en plan paso de todo tío. Porque con las cosas que le ha dicho Rajoy, otro más despierto se hubiese tirado al monte. Pero él, ha aguantado el tirón como si nada: que si Kofy Anan por aquí, que si Tony Blair por allá... el muchacho estaba intentando que le rebajasen la tarea. ¡Jo! Lo que ayuda el pertenecer a lo que sea, he pensado. Ya veremos en qué queda la cosa, porque con la pinta de desgraciados y palentinos que tenían él y sus colegas daban, a pesar de lo que sabemos de ellos, cierta pena.
Desde luego que si Sabino Arana levantase la cabeza no sé donde iba a meterla a toda prisa porque la verdad es que se lo han puesto muy chungo: las más puras esencias de la patria en manos de palentinos cavernarios. Tanto enredar para llegar a esto.
He buscado "Las guarras de Madagascar" en internet, y lo único que sale es la referencia a este blog y un vídeo cuterrimo del que he visto diez segundos. Menuda pinta.
ResponderEliminarVi ayer al Sr. Antigüedad en su intervención, muy mesurada, suave y conciliadora. Parece mentira que hasta ayer mismo ponían bombas en supermercados y aeropuertos, despedazaban niños en casa cuarteles y pegaban tiros en la nuca con tanta alegría, por no hablar de todo el mal rollito que sembraron durante tantos años; ya sabes que nunca me olvido de cuando hace años hablando de cosas así mi tío me dijo: "Baja la voz, que el vecino es batasuno". En fin, como si estuviéramos en Alemania años treinta.
En fin, para acabar, estoy seguro de que en su vida diaria no irán con esa pinta de desharrapados que llevan casi todos ellos, que esto debe de ser un traje de faena que se ponen en la terminal al bajar del avión de Vitoria. Si no fuera así, con lo miradas que son las vascas para la fashion y tal, no se van a comer ni una rosca. Bueno, ligarían solo con las batasunas, esas chicas de pelo corto, naranja, que parecen clones mutantes a las que habría que lavar la boca con jabón cada dos segundos; pero la verdad, para tanto y eso mejor hacerse cartujo...
ResponderEliminar¡Jo!, sí, me han dicho que las vascas son cosa fina. Por lo visto se operan de todo hasta estar perfectas. Sobre todo los culos. Y una vez en su punto, a dar vueltas al mundo, que no las hay más viajeras.
ResponderEliminarMe da la impresión de que los tíos, más o menos. La última vez que estuve en Bilbao, por la parte del Guggenheim, aquello parecía un desfile de modelos masculinos. Todos con su ropita negra y ajustada. Y sus peinados de fantasía. Nada que ver con aquel uniforme de pantalón gris con raya y cazadora de ante para disimular el vientre de txoko. La verdad, aquello más que Antigüedad recordaba a Mariquitolandia.Lo cual, con todo lo que los chavales quieren a sus amachus, tampoco tiene mucho de raro.
Fíjate tú que vendrá uno dentro de cien años y convencerá a la gente de que los de ETA dejaron de pegar tiros sencillamente porque perdieron la batalla de la estética, que no encontraban chavales que estuvieran dispuestos a estropear sus tupés de fantasía con la capucha y la boina. De las chicas ya ni te hablo.
ResponderEliminarSí, no sé si será por lo del Guggenheim y todos esos maquillajes de las viejas estructuras, pero el caso es que parece que están pasando de querer ser los más burros a querer ser los más monos. Mal futuro les auguro a los Antigüedades y adláteres. Se las van a ver y desear para sacar de la cárcel a sus niños del alma.
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