domingo, 12 de agosto de 2012

No todo está perdido



Quizá ayer me pasé de las raya con mis críticas al Sr. Sánchez Gordillo. Hoy, después de una tormentosa noche dándole vueltas al asunto, quiero pedir perdón por la vulgaridad de mi juicio y romper una lanza a favor del mentado.

Todo el que esté al tanto de los mecanismos por los que el ser humano se defiende de las agresiones medioambientales, sabe de sobra hasta que punto están desamparados esos niños que, como vulgarmente se dice, han sido criados entre algodones por padres neuróticos. Sí, por esos padres que so capa de responsabilidad esconden un egoísmo feroz que sacrifica el normal desarrollo de los niños a un no querer que les den problemas. Bueno, ya saben lo que pasa con esos chavales cuando después, por imperativos de la vida, entran en contacto con el mundanal ruido, que pillan todo lo habido y por haber con tal de que sea pernicioso. Por así decirlo, un sistema inmunitario insuficientemente desarrollado les coloca a merced de todo tipo de alimañas. 

Bien, pues valga lo dicho como metáfora del cuerpo social, ese que las autoridades miman y distraen hasta la náusea para que se mantenga dócil. Le cuidan la salud, la educación y, sobre todo, le amenizan los ocios con todo tipo de mariconadas. No le dejan un minuto a su propia bola no vaya a ser que se ponga a pensar y se le desmande. Y así ha sido que hayamos venido a dar en esta especie de inmunodeficiencia cívica y social que no deja otra alternativa a los problemas que la de desculpabilizarse señalando a los culpables. 

Y es por toda esta teoría que les vengo exponiendo por la que empiezo a creer que las balandronadas del Sr. Sánchez Gordillo pueden servir de ayuda al desarrollo de un sistema inmunitario social potente. Lo mismo que la codicia de los especuladores ayuda a descubrir las fallas del sistema económico. O la brutalidad de los cazurros denuncia el amaneramiento castrador de la educación pequeñoburguesa... a tal efecto, he leído una noticia en la prensa local que me ha conmovido profundamente. Un grupo de jóvenes del municipio de Soba ha decidido poner la guinda a las celebraciones veraniegas con el apedreamiento de un campamento de scouts que había por allí. "No tiréis que hay muchos niños", gritaban los monitores aterrorizados. "Pues que salgan lo niños para que les podamos dar mejor", contestaron los mozos ebrios de dicha. 

En fin, que a D. G., siempre habrá Srs. Sánchez Gordillo, especuladores, y mozos cazurros en Soba para que no todo esté perdido. A efectos inmunitarios me refiero. 

7 comentarios:

  1. El vicio este de desculpabilizarse culpando a los demás de las desgracias personales en Europa ha llegado hasta tal extremo que lo practican también las clases dirigentes. Merkel culpa a los del sur de gastarse alegremente en botellón el dinero prestado cuando lo de la burbuja por los bancos alemanes, cuando el abc del prestamista ha sido no dejar ni un chavo al que no tiene garantías. Los españoles culpan de su mala cabeza a los alemanes por su racanismo hodierno, racanismo que es solo precaución elemental.

    Pero hoy yo no venía a hablar de esto, sino de mi libro: fíjate que la mayor parte de las medallas de España la han ganado mujeres, algo que no se podría pensar hará unos treinta años, digamos. Todos sabemos desde lo de Barcelona que uno gana medallas en aquello en lo que pone dinero, lo que quiere decir -imagino, sin haber comprobado los datos- que en España se subvenciona más el deporte femenino que el masculino. Lo contrario sería concluir que los atletas másculos del deporte patrio son unos bandarras que se gastan lo del erario público no en entrenar, sino en alcohol y lenocinio, lo que sí que sería un escándalo. Por otro lado mucho se ha hablado de que por primera vez en unas olimpiadas todas las representaciones de países han tenido mujeres entre sus miembros, pero poco se dice de la discriminación que supone para el género masculino el que existan dos deportes exclusivos de mujeres (gimnasia rítmica y natación sincronizada) y ninguno exclusivo de hombres, que sería una cosa muy machista y muy cabrona. Si esto no es discriminación, o feminazismo, que dicen algunos, que venga Dios y lo vea...

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  2. Pues sí, gimnasia rítmica y natación sincronizada, a mi juicio dos de entre las más crueles formas de esclavitud que nunca pudo imaginar la mente humana. Siempre hay hombres y mujeres encantados de dejarse seducir por las invenciones de los perversos. Desde luego que daría para una tesis doctoral muy útil investigar cómo se pudo llegar a semejante grado de enajenación mental. Ya te digo, sacar todas a la vez la patita del agua, ¡qué gran logro de la humanidad". Como dicen en Cataluña, para alquilar balcones.

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    1. Bueno, estarás de acuerdo en que lo mismo que dices de esas dos actividades se puede aplicar a la halterofilia, el salto de altura o de longitud, los cien metros lisos, los lanzamientos de martillo, peso, en fin, a casi todos los deportes que se practican, en los que el entrenamiento consiste en repeticiones ad infinitum de los mismos movimientos. Pero también me darás la razón en que no hay nada más básico al ser humano que la libertad de elegir la soga con la que ahorcarse, y ahí iba yo: aunque hay hombres que practican la natación sincronizada o la rítmica, ni existen federaciones internacionales ni presión alguna para que los hombres tengan el mismo derecho a participar, otro síntoma del nuevo orden feminazi al que se encaminan los países del civilizado Occidente si no le ponemos remedio.

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  3. En Cataluña se "alquilan sillas", a mi entender algo mas modesto que un balcón.
    No vendría mal un poco de reflexión acerca de los éxitos femeninos en deporte y estudio, pero es evidente que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
    De todas formas a mi como si se la machacan.

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  4. Bueno, Jacobo, pues me deprime el enterarme que hay hombres que practican esas mariconadas. Pensaba yo que los de la verga, aunque mucho menos dotados para la constancia, la sensibilidad o lo que ellas quieran, lo estábamos mucho más para rehuir el absurdo. Yo, por ejemplo, no he conocido a ninguna que no quiera ir a ver Petra y, sin embargo, he conocido a unos cuantos que no irían allí ni ciegos de grifa. No sé, pero todo esto me sobrepasa. Quizá todo venga del delirio socialdemocráta que nos señorea.

    Anónimo, lo de los balcones creo haberlo leído en un libro de Pla, pero no lo aseguraría.

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  5. Petra... qué bonito sale en lo de Indiana Jones...

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  6. Ah, sí, lo de Indiana Jones, la consagración de la filosofía del "por el camino lo pensamos"

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