jueves, 16 de agosto de 2012

Avanzar al pasado



Avanzar al pasado: la sanidad como mercancía. Y después, como para abrir boca: "El real decreto de abril del Gobierno del PP es una contrarreforma que nos lleva tres décadas atrás."

Así es el título y el comienzo de la tribuna de opinión del diario independiente de la mañana de hoy. Lo firman una "colla" de catalanes que imparten docencia en la Universidad Pompeu Fabra. 

Ya saben, catalanes y de izquierdas, el no va más del análisis criptomarxista. Ciencia de sacristía para que nos entendamos. Estos ricos no tienen corazón y quieren hacer negocio con lo que sea, incluso con la salud de la gente. ¡A donde vamos a llegar, por los clavos de Jesús! 

Pues les voy a contar, por el querer de los dioses, o de mi mala cabeza, me vi en la tesitura de tener que trabajar varios años en el sistema catalán de salud pública y, entre las lecciones que extraje de tan fatigosa experiencia, la primera y más sobresaliente fue sin duda que difícilmente es posible que un sistema se sostenga manteniendo semejantes niveles de corrupción. Porcentajes por medicamento recetado. Porcentajes por todo tipo de pruebas especiales manifiestamente innecesarias desviadas a la medicina privada. Viajes y regalos de todo tipo por parte de los laboratorios. En fin, lo que todo el mundo sabe menos, al parecer, los criptomarxistas catalanes de la Pompeu Fabra. 

Bien, pues el sistema al fin se hundió y, por cierto, no fue entre otras causas menores por la mayor de la corrupción de los médicos catalanes, no, fue por las políticas de los del PP que no quieren sino poner en bandeja a sus amigos naturales, los capitalistas de chaqué, puro y sombrero de copa, el pastel de la sanidad. 

Y así corre el mundo y no es que con ello quiera decir que los médicos sólo se corrompen en Cataluña, ni mucho menos,  pero les puedo asegurar que la rara habilidad para el choriceo de los de allí no la he visto en parte alguna. 

4 comentarios:

  1. Sí, da la impresión de que los últimos veinte años ha sido un vivir en Disneylandia continuo al que nos hemos acostumbrado sin querer pagar lo que cuesta el abono al parque de atracciones. Aunque la verdad es que no sé muy bien qué solución tiene esto, si es que hay alguna que no sea esperpéntica, como la de quitar a los inmigrantes ilegales el derecho a la sanidad para luego ir toreando como se puede; que si se va a cobrar a los países de origen (lo que se van a descojonar los que mandan en Mali cuando les lleguen las facturas) o que si otros van de objetores de conciencia y tal. Por cierto, cuando mi hijo estuvo por allí, se puso enfermo y, aunque es español, no tenía derecho a atención gratuita. La cosa no era tan complicada: pagábamos nosotros la atención y le pasábamos la factura al ministerio correspondiente de por aquí. Según me contó mi mujer, el médico del centro de salud dijo que ni mucho menos, que si un inmigrante ilegal tenía derecho a que lo atendieran, más lo tenía un españolito que venía a su país de vacaciones. En fin, que lo atendió sin más y no salió a la calle con una pancarta ni escribió a los periódicos contando lo objetor guay que ha sido toda su vida. En fin...

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  2. Eso es lo que creo yo, que todo es esperpéntico. Sobre todo que sea el Estado el que se tenga que hacer cargo de todo que, desde luego, no tiene otra finalidad que otorgar a los políticos un poder infinito. Y así ha sido que la cosa haya acabado como ha acabado, haciendo todo el rato la vista gorda para que no te metas conmigo. Yo coloco a los míos al frente del tinglao y a cambio tu choriceas lo que quieras. Y como el dinero público no es de nadie, todos contentos. Luego,con una bien dosificada propaganda en los telediarios, que si tantos trasplantes y tal, que somos los mejores y no como los americanos que ni tienen sanidad pública ni nada porque son unos fachas... pues ya está.

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  3. Pues sí, es como dices, pero a mí me interesa saber (si es que tienes alguna explicación) de cómo este sistema tan insostenible se ha podido mantener durante treinta años. Haciendo a ojo una cuenta, por lo que tú me has contado, del nivel tan mínimo del output del personal, en comparación con el input de recursos faraónicos con los que se ha contado durante estos años... en fin, que como muchas cosas en España, parece un asunto muy misterioso cómo tan poco ha dado para tanto. En fin, si los americanos llevan dándole tanta vuelta al Medicare y no acaban de sacarlo, parece difícil de explicar que a nosotros no se nos haya caído el chiringuito hace muchos años.

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  4. Bueno, la explicación está en las deudas que tenemos. Lo verdaderamente incomprensible ha sido la actitud de los acreedores durante todos estos años. Te imaginas al Sr. Grandet o a Silas Magner prestándonos dinero.

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