DSK, el expoderoso presidente del FMI ha sido absuelto de todos sus cargos. Huelgan consideraciones acerca del funcionamiento de la justicia. Ha sido absuelto y punto. Ahora empieza un nuevo capitulo. Interesante.
Digo interesante porque al ser asunto de franceses y tener la trama connotaciones lúbricas deja en el aire el desenlace del culebrón. ¿Libre y victoriso o libre y humillado? Es mucho lo que está en juego y, sobre todo, mucho morbo, lo que el otro día echabas en falta Ignacio.
El caso es que, si nos atenemos a lo que el cine y la literatura nos muestra, los franceses piensan, y como tal parece que actuan, que el sexo es un manantial inagotable de placer. Y no es que esté pensando en Bruno, el tarado personaje que creó Houellebecq para sus "Partículas Elementales". No, ahora tengo en mente a Gide, del que, como les decía ayer, estoy leyendo los diarios. Un personaje de formación exquisita, en la cuspide del poder intelectual, en estrecha relación con las élites de la patria y, sin embargo, un depravado convicto y confeso que sale de la iglesia en compañía de su mujer a la que adora para ir por ahí a tirarse niños. Y a nadie parece importarle, su prestigio se mantiene más o menos incólume. Por no hablar del prestigio del tal Rimbaud, que dicen las malas lenguas que se hizo rebanar las costillas flotantes para poder doblarse de tal forma que le fuese posible practicar la autofelación. Y mil ejemplos más que se me vienen a la cabeza, pero que omito por cortesía. Sólo voy a osar un apunte sacado del Diario de Gide:
"No he sabido nunca renunciar a nada; y protegiendo a la vez en mí lo mejor y lo peor, he vivido descuartizado. Pero ¿cómo explicar que esa convivencia en mí de los extremos no producia tanto inquietud y sufrimiento, como una intensificación patética del sentimiento de la existencia, de la vida? Las tendencias más opuestas no han conseguido nunca hacer de mí un ser atormentado, sino perpejo, pues el tormento acompaña a un estado del que se desea salir, y yo no deseaba en absoluto escapar a aquello que despertaba todas las virtualidades de mi ser; ese estado de diálogo que, para tantos otros es más o menos intolerable, se volvía para mí necesario..."
Por eso digo, ¿le va a perjudicar o le va a beneficiar a DSK su más que demostrada pasión por las prácticas abusivas en el boudoir? Me sería dificil apostar aunque confieso que me inclino por pensar que le veremos Presidente de la France. Porque es que, además, es una oportunidad de oro para los verdaderos patriotas franceses. De decirles a los americanos, vosotros le humillasteis, nosotros le ensalzamos, ¡jodeos! ¡Vive la Republique! ¡Vive la France!
De los Franceses ,querido Pedro,ni me hables.Peor que con los abertzales.He vivido en mis propias carnes la crisis del pepino y el comportamiento,como siempre,exquisito de los gabachos.No te puedes imaginar el trato rastrero que han tenido con los productos espanoles,poniendonos controles sanitarios que ellos mismos no superarían ni en 100 anos.
ResponderEliminarCreo que sabes o si no te lo digo,trabajo en el ramo de la importación a Alemania de Fruta y verdura.La envidia y la mala leche gabacha viene de tiempo atrás .Hace 20 nanos,cuando yo hacía mis pinitos en esto,importabamos a Alemania 4 narajas y dos melones.Éramos unos pobres parias en el tema.Después-cuando nos dejaron a pesar de los Gabachos-inundamos los mercados de Europa con fruta de mejor calidad y mucho más barata y,claro,no nos pueden ver..menos aún cuando Nadal gana en R garrós y Platiní se come las unas de deseperación en la final del Mundial.Dejemos a parte el tema del Tour,donde más les duele.
No me extranaría que votaran al salido de DSK,si Sarkozy está en París...no lo veo tan dificil...
Si miras las páginas porno de Internet y buscas películas francesas,observarás que sobre todo abundan las de Sodomía,en todas sus facetas...
DSK es como Berlusconi,secrétamente envididado por los Franceses...estoy completamente seguro-.---
Muy interesante lo que dices Ignacio. Recuerdo que hace muchos años un día estábamos hablando de los horteras españoles y entonces uno que tenía mucho más recorido que la media dijo, no sabéis de que habláis cuando hablais de horteras. Para eso tendríais que haber vivido en Francia. De todas formas hay que reconocer que es el país de Descartes y otros cuantos fuera de serie. Me gusta observarles de cerca. Te recomiendo Houellebecq. Leía hace poco en "un roman francais" de Beigbeder que los franceses son los únicos en el mundo capaces de convencerse de que han ganado dos guerras que han perdido. Desde luego que tienen algo que hace que el mundo les perdone todo y encima les premie. Es incomprensible que sean miembros permanentes del consejo de Seguridad de ONU, pero ahí están y nadie lo cuestiona. Eran igual de nazis que los alemanes y sólo dejaron de serlo cuando se lo impusieron los anglosajones. En fin. Un misterio.
ResponderEliminarBueno,la verdad es que no tengo nada,imagino como tú,querido Pedro,contra Catalanes,Vascos ,frisios,GAbachos,americanos,etc...Tengo en cambio mucho en contra de los políticos que presiden muchos de estos países ,manipulan,transforman la Historia a su gusto e interés..qué te voy a contr que tú ya no sepas.lo único que me duele y molesta profúndamente es el aborregamiento generalizado que tiene el personal ,la estupidez supina de la sociedad occidental.Según muchos historiadores,sucedía lo mismo en la época de Augusto,cuanto más bienestar,más necedad etc...
ResponderEliminarEso es realmente lo que me molesta:pero ,Pedro,tú ya lo sabes todo,o casi todo.como decía Burt Lancaster en Valdez.
Horteras, xenófobos, idiotas, hay por todas partes. De los primeros he visto de todas las naciones. Bien es verdad que por la cuenta que les tiene, los políticos son lo más de cada casa.
ResponderEliminarYa lo decía el otro: "Os conviene dramatizar", porque si no se dramatiza los políticos tienen cada vez más influencia y más poder. Un ejemplo que conozco bien: hace treinta años el independentismo era minoritario en el PNV. A principios de los ochenta había una rama de esa tendencia que celebraba sus convenciones y casi tenían que pedir perdón por ello. Pero, ay majo, echaron a Garaicoechea y, como no sabía o no quería hacer otra cosa que no fuera la política, fundó un partido nuevo. El PNV y EA tenían la misma ideología, pero como había que diferenciarse los últimos lo hicieron por la parte cojoneril, o sea, apoyando la independencia. Como los del PNV veían que era precisamente el cojonismo y no la racionalidad la que ganaba votos, se fueron escorando más hacia ese punto. Una carrera de gilipollas, diríamos nosotros, pero lo cierto es que no es el buen sentido el que gana votos, sino el chuletismo, el echadopalantismo y el "yo más". Qué le vamos a hacer.
Quiero decir obviamente que "si no se dramatiza los políticos no tienen cada vez más influencia y poder".
ResponderEliminarEn la época de Augusto no sé, Ignacio, pero en la de Petronio, Juvenal, Luciano, si que debía de ser muy parecida a ésta, un mundo de pastores y borregos dirigiendose directamente al precipicio. Y cuando ya estaban al borde vinieron los barbáros y sólo les tuvieron que empujar un poco para precipitarlos a un vacío de siglos.
ResponderEliminarLa dramatización de los políticos,Santi,recuerda a lo de "que viene el lobo". Al final, siempre llega cuando ya nadie se lo cree.
Intento que mis hijos no se aborreguen,e una tarea dificil..lag gente jóven,con el Internet y la sociedad devoradora y consumista,lo tiene mucho más dificil que nosotros.Cuando les cuento que en mi ninez y primera juventúd sólo tenía dos pantalones,un abrigo,una cazadora y dos pares de zapatos para todo el ano,alucinan en colores.Ìba con mi madre una vez al ano a comprar para toda la temporada ...allá principios de los 1970.Luego les digo que me pagaban en la mili,ano1980,CuatroVientos,814 pesetas de soldado y después 1153 de cabo-tengo todavía "la Blanca"-,y entonces no me creen,sobre los cinco euros de paga para todo un més..
ResponderEliminarEn la cartilla Militar ,en el apartado de "Valor" está escrita aquella frase genial,digna de Cervantes:"se le supone".También les cuento que una cerveza costaba 25 pesetas en la Rayuela y un Renault 4 que compré por 15 000 pesetas...Eran otros tiempos..aunque por favor,que no nos quiten el bendito Internet...
Hay un libro sobre el fin del Imperio Romano (creo que se llama "La pavorosa revolución") en el que se relatan muy con pormenor esos años. La conclusión es que nuestra época y aquella no tienen nada que ver, sin embargo yo veo muchos puntos comunes. El fundamental es la colisión de un mundo opulento en el que ha cuajado el relativismo y otro joven y vigoroso -el de los moros-, en el que lo que mueve los alfanjes es una fe a prueba de bomba. Para qué extendernos.
ResponderEliminarCon respecto a la diferencia entre nuestra juventud y la de ahora, pues supongo que debe de ser más alucinante que la que había en la época de nuestros padres, fundamentalmente por las posibilidades infinitas que tienen los muchachos con interés e inquietudes. Lo he dicho más veces que ya supongo que sabe a ajo. Con el precio de dos o tres libros de la colección de clásicos de Oxford de aquella época uno se compra hoy en día un ordenador y mete gratis a todos, no solo los latinos y los griegos, sino los alemanes, franceses, chinos...
El asunto ese del aborregamiento, me parece, Ignacio, que es de difícil delimitación. Supongo que en un momento u otro de la vida todos ejercemos de tal. Recuerdo haberme dejado llevar por corrientes que ahora veo como deplorables. Pero también creo que he hecho pinitos en lo de intentar ser como soy aunque ello me haya llevado en numerosas ocasiones al borde de la locura. La gente no te quiere diferente y si dices que no te gustan los perros ni hacer turismo ni la playa ni das dos duros por la comida con estrellas, etc., ya sabes lo que te espera. Pero la soledad también es la herramienta imprescindible para poder ser un poco lo que de verdad te apetece ser. Sin soledad no hay forma de sacar nada que merezca la pena adelante. En fin. ¡Qué tiempos aquellos en que el valor se le suponía a cualquiera! Aunque te enviasen a servicios auxiliares, cual fue mi caso.
ResponderEliminarSanti, me da mucho qué pensar lo del mundo joven y vigoroso movido por una fe a prueba de bomba.
ResponderEliminarYa sabes que no soporto la fe. Por eso me identifico tanto con esto que acabo de leer en el Diario de Gide.
"El palacio de la fe... En el encontráis consuelo, certeza y comodidad. Todo está preparado en él para proteger vuestra pereza y amparar el espíritu contra el esfuerzo."
Por eso dudo que ese mundo sea joven y vigoroso. Me parece que hasta ahora lo único que han demostrado es que tienen gran habilidad para destruir, pero no sé de algo interesante que haya construído.
Lo de la juventud, que dices, es verdad. pero ya sabes que suele Dios poner donde quita y quitar donde pone. Quizá los jóvenes de ahora, tan surtidos de todo, incluso de sexo, tengan más problemas que nosotros con cuestiones como la identidad personal y cosas así. Lo digo porque veo que no paran de superarse a la hora de las imbecilidades. Ahora andan con lo de las fiestas rave, que no sé qué es, pero donde parece que se meten de todo sin la menor preocupación. Y por lo visto se ha puesto de moda snifar el alcohol.
Claro,querido Pedro,todos hemos navegado por corrientes que ahora nos parecen inverosímile..El Punk,la Jóven Guardia Roja,yo estuve hasta apuntando en la OJE.tenían unos maravillosas instalaciones en Salamanca,mediado de los 70,con televisión y billares..y llenod e ninas pijas guapas..
ResponderEliminarla Fé siempre fué una cosa terrible,de locos...siempre tuve un miedo tremendo a los poseidos por la Fé.En el internado Marista las ví de todos los colores...
Lo de la JGR, la LCR y por supuesto la OJE era lo mismo: los únicos lugares en los que se podía ligar, los dos primeros con chicas liberales que, gracias a la fe liberadora del proletariado, "se dejaban", y si no lo hacían, se les calificaba de estrechas antirrevolucionarias, que era lo peor que se podía ser. Lo de los Maristas era otra cosa, imagino.
ResponderEliminarSí, está más que claro, que los que merodeaban por esos grupúsculos lo hacían a la desesperada. Gente que, por lo que sea, por libre no se comía un rosco. Porque de antiguo es conocido con qué avidez se conjugan fervor revolucionario y furor copulatorio. Lo de los Maristas, efetivamente, otra cosa. Como en Lasalle y salesionos, supongo que a partir de cierta edad no se hablaría de otra cosa que de los curas piporros y de sus "protegidos"
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