jueves, 31 de mayo de 2012

Escribe o revienta




No sé quien fue el que dijo que, bien o mal, lo importante es que hablen de ti. Si así fuese, que no creo, estaríamos como país de enhorabuena porque nos hemos colocado en el centro del interés informativo del mundo mundial. Zapeas de aquí para allá, Rusia Today, Telesur, BBC, France 24, CNN, NHK, Blomberg, NBCE, y allí donde vayas a parar no pasan ni dos minutos sin que se pongan a perorar sobre alguna de nuestras llagas. La crisis de la deuda, por supuesto, pero no para ahí la cosa. El deterioro ambiental de nuestras costas, las ciudades y aeropuertos fantasmas, el juez Garzón como símbolo de un guerracivilismo que no cesa, los niños robados... un regodeo que empieza a resultar más que sospechoso. El otro día en una de las cadenas más vistas de Francia salió un experto analizando con esa seguridad que sólo los franceses saben mostrar la esencia de nuestros males. Decía el tipo que lo teníamos muy mal porque, hablando claro, no sabemos hacer casi nada. Una industria obsoleta, un turismo que se defiende a duras penas, una agricultura miserable... no pude continuar escuchando. 


Que como país somos un desastre, eso lo sabe cualquiera, pero, ¡leches!, dentro de un orden. Porque, aunque sea odioso, si te comparas, no hay tantos lugares que nos puedan dar lecciones. Veinte o así, pero el resto... porque el caso es que me asomo al balcón y veo a la siderúrgica de aquí al lado echando humo todo el día, la petroquímica de allá lejos, también, los trenes de vía estrecha no paran de pasar y los de vía ancha lo mismo, los aviones aterrizan y despegan que ya se va haciendo insoportable por lo frecuente, el cinturón de autopistas rebosa tráfico a todas horas, los centros comerciales ni te digo... joder, leches, me digo, tan mal no podemos estar. 


Yo, así, por decir algo, apuntaría a que nuestro principal y acaso único problema es la baja, bajísima, calidad de nuestros gobernantes. Para empezar, todos esos presidentes de gobierno monoglotas. Y no sólo eso, también un pelín siniestros. O acomplejados, que no es para menos. ¿Se acuerdan de aquella foto de Zapatero apartado en una esquina mientras el resto de mandatarios charlan animados en otra? Lo mencioné en este blog porque desde que lo vi me pareció emblemático como causa de muchos de nuestros males. Si no te sabes relacionar en las distancias cortas estás copado. A todos los niveles.


Sí, estoy convencido, del rey abajo, hasta el último concejal, salvo escasas excepciones que supongo habrá, son todos unos zoquetes que no hay por donde agarrarlos. Unos incitadores a los malos hábitos y costumbres. ¡Venga a organizar eventos lúdicos! ¡Venga a construir instalaciones para el ocio! ¡Venga a inaugurar servicios sociales para ricos! Porque sí, muchos de esos que dicen servicios sociales son para uso y disfrute de gente que tiene pasta para darse los más diversos lujos: viajes alrededor del mundo, todoterrenos que te cagas, segundas viviendas que no te cagas menos... en fin, para qué hablar si todo el mundo sabe. 


Bueno, qué rollo, pero es que como me decía ayer Pedro, escribe o revienta.   











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