Ya lo tengo dicho, y no en broma por cierto, que si algo hubiese querido ser en esta vida es un facha al estilo Chuk Norris. O a lo Charles Bronson, que también me sirve. Bien, dirán que para qué, pues para reparar muchas injusticias que ningún poder público está dispuesto a reparar porque, dicen, no hay mal que por bien no venga: crean puestos de trabajo, adormecen la rebeldía, enriquecen a las mafias, etc.
Así, por poner un ejemplo con el que cualquier buena persona estará de completo acuerdo: cogería, agarraría, una noche cualquiera de verano, o de fin de semana en invierno, y me llegaría hasta la Plaza de Cañadío. Una vez allí diría: chavales, largo de aquí si no queréis saber lo que es bueno. Claro, cualquiera se puede suponer el choteo con el que sería acogida la propuesta. Pero con eso ya se contaba. Un par de leches al de apariencia más atrevida y a esperar las reacciones previsibles que nunca tardan en llegar. Acto seguido, hostia por aquí, hostia por allá, en media hora colapsaría las urgencias de Valdecilla y de todos los hospitales en cien kilómetros a la redonda. Cráneos partidos, miembros descoyuntados, vísceras reventadas, en fin, ese tipo de sustos que hacen meditar sobre la propia condición a quien los recibe. Y para terminar, un par de patadas en el culo a la autoridad competente que inevitablemente acudirá ante la gravedad de los sucesos para poner paz dialogando. Patadas, todo hay que decirlo, a lo "Darty Harry", o sea, que dejan al recipiente en la tesitura o necesidad de cagar el resto de su vida por la boca.
Sí, desde luego, algunos somos capaces de pensar, pero somos tan mierdas que sólo nos queda instalarnos en la pesadumbre. Porque no hay nada más demoledor que la impotencia ante la injusticia. Imaginar a toda esa gente que vive en esas casas sin poder dormir noche tras noche. Gente mayor, enferma acaso. ¡Que se jodan!, dicen ellos, los niñatos de papá. Nos tenemos que divertir. En algún sitio tenemos que estar. Así, en plan "venid y vamos todos".
Les podría poner unos cuantos ejemplos más, pero ¿à quoi bon? Sólo añadiré que, entre borrego Cañadío, o facha Chuck Norris, tengo claro lo que escogería.
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