Es curioso. Les cuento. Ya saben que soy bastante aficionado a la caja tonta. Y que tengo instalada una parabólica en la terraza que me permite ver mogollón de canales internacionales. En realidad sólo me interesan los que emiten en francés e inglés que son los únicos idiomas, aparte del español, claro está, de los que tengo alguna noción. Y en inglés suelo ver CNN, BBC, NBCE, Blomberg, Sky News, France 24, NHK, Arirang, Russian TV, Al Jazeera y no sigo por no cansarme. Reportajes, noticiarios, debates, entrevistas. Sobre todo entrevistas. Aunque ya no está Larry King.
Les cuento estas cosas porque de un tiempo a esta parte no ceso de oír a sea quien sea que tiene que responder a lo que sea, comenzar su elocución con un rotundo ¡absolutely! Es decir, que la pregunta siempre lleva implícita la respuesta, aunque el entrevistado para despistar haga después algunas aclaraciones. Así que, salvo Hard Talk cuya esencia es dar caña, todas las entrevistas y debates es un no parar de darse la razón entre el entrevistador y el entrevistado.
Por poner un ejemplo, nunca preguntan: ¿qué opina usted del futuro del euro?, no, ni mucho menos, preguntarán así: ¿vé usted posible la quiebra de la eurozona? Y claro, entonces sí que sí que se puede responder con énfasis de rotundidad ¡Absolútely!, aunque después vengan unas cuantas matizaciones que nada aportan porque la intencionalidad o deseo ya venía implícita en la pregunta y ha bastado el ¡Absolutely! para consagrar la comunión. En realidad, si bien lo consideramos, detrás del absolutely se esconde un vergonzante ¡ojalá!, porque hasta el más tonto de los tontos se puede dar cuenta de que todos esos entrevistados, o la mayoría, están ansiosos por ver llegar el hundimiento del paquebote para ir corriendo a enriquecerse con los pecios.
Absolutely por aquí, absolutely por allá, tiempos rotundos en definitiva. No queda resquicio para la duda. Oriente está de moda. Los pensadores han sido sustituidos por los gurús. ¡Absolutely!
¡Ay, Dios mío, si Descartes levantase la cabeza!
Sí, lo cierto es que ahora estamos en el lado del péndulo en el que todo es absoluto y nada relativo. En cualquier caso siempre nos quedan los cursos del MIT y cosas así. La mejor tele que hay.
ResponderEliminarEsa es la cuestión, que parece que se quiere salir del caos causado por la moda del relativismo rampante con otra de esto es así porque lo digo yo y no hay más tu tía. El caso es no distinguir por partes. O todo o nada.
ResponderEliminarLo del MIT, de acuerdo. Por cierto, a partir de hoy van a emitir en ARTE un programa diario de media hora dedicado a la ciencia. Seguro que merece la pena.