Bueno, tampoco ha sido para tanto. Si miras La Vanguardia, ya saben, el órgano de la burguesía catalana, llegarás a la conclusión que ha sido la repanocha. A un paso de la ansiada meta. Pero luego vas y visitas las ediciones digitales de "Le Monde" o "The Guardian" y ni una palabra. Y entonces te dices: ¡Ojo, aquí hay trampa!
Creo tener algún derecho a saber algo sobre el ser y la nada de Cataluña. Entre pitos y flautas viví allí más de quince años. Justo los años en los que, por así decirlo, la ideología rural se impuso sobre la ciudadana. O, si quieren, cuando los carlistas desplazaron a los liberales. Se notaba como avanzaba ese cáncer día a día. De interesarse por los "gurre lieder" de Schönberg pasaron a extasiarse con "L´Estaca" de Lluis Llach. Y ya, ¿para qué quieres más? Todos a tirar en el mismo sentido. Es decir, a repetir el modelo de todos los fascismos que en el mundo han sido y son. La superioridad étnica, moral e incluso física, frente a un enemigo perfectamente identificado. Un enemigo corrupto, ruin, ladrón, vago, atrasado, pero, malauradament, ¡ay! respaldado sin fisuras por un ejercito poderoso.
Y te dices, ¿cómo puede ser? Pues de la misma manera que ha pasado en tantos sitios. Por el miedo a la manifiesta propia decadencia o lo que sea, lo mejor, tots plegats detrás del gran timonel enviado por Dios para que nos guíe hasta la tierra prometida.
Claro, tots plegats siempre se tiene la impresión de que somos muchos más de los que en realidad somos. Porque, la verdad, si mi experiencia no me engaña yo juraría que los tots plegats catalanes son muchísimos menos que los catalanes que van por libres y que al callar parece que están otorgando. Pero no lo creo. Ni mucho menos. Tan pronto como empiecen a notar que sus intereses se perjudican saltarán como tigres y volverán a ser más franquistas que Franco. Nada nuevo bajo las estrellas.
En cualquier caso, tranquiliza saber que la Sra. Sáenz de Santamaría, Vicepresidenta del Gobierno de España, haya dicho que de momento no ve que sea prioritario negociar con el gobierno regional de Cataluña nada que no sea lo mismo que negocia con el gobierno de cualquier otra región.
En fin, perdonen el tostón, pero es que hay temas en los que se me va la mano sin querer.
Ya sabes la frase de Pla de que los catalanes no tenían tantos culos para los calzoncillos que producían. En cualquier caso la masa no compra los calzoncillos porque sean catalanes, chinos o de Singapur, sino porque son los más baratos. Lo mismo me imagino que pasa con el cava, esto es, el catalán no se bebe más que el francés porque Cataluña sea una región española, sino por su relación calidad-precio. No me creo que se dejara de comprar productos Made in Catalonia por una mera independencia, si siguen a los mismo precios, claro.
ResponderEliminarEn cualquier caso, este farol es bastante chusco: si con la mayoría que tienen los nacionalistas no declaran hoy mismo la independencia es sencillamente porque saben lo que saben: que el bollo no vale el coscorrón. No me imagino que a ningún país grande de Europa con movimientos independentistas (Inglaterra, Italia, Alemania en menor medida) fuera a permitir que cundiera el ejemplo. Por otro lado el argumento de Mas es bastante absurdo y quienen lo deberían usar realmente son los madrileños. Un Madrid independiente que usara en sí todos los impuestos que recauda, ya te digo, mejor que Noruega.
Bueno, hoy aparece en lugar destacado en La Vanguardia digital un artículo titulado: Los pasos a seguir para una Cataluña independiente. Se diría que por primera vez se dejan los intestinos y se sube a la cabeza para tratar del asunto. Y desde luego, como cualquiera con dos dedos de frente sabe, el previsible panorama de la independencia no puede ser más desolador. Seguro que a muchos de los que fueron a la manifa les habrá puesto los pelos de punta. Aunque, otra cosa será que estén dispuestos a enmendalla.
ResponderEliminarEl artículo me ha parecido bien escrito y muy razonable. Por desgracia la razón no es lo que impera en el pensamiento chusmático, si no, sería impensable que tanta gente hubiera salido a la calle defendiendo algo de tan poca sustancia. Fíjate tú hoy en día a quién le importa que España y Portugal sean dos países o uno.
ResponderEliminarEl caso similar que se me ocurre ahora es el de Eslovaquia. Ya sabes: los eslovacos calcularon mal, blandieron la independencia como un farol pensando que así iban a conseguir más dinero de los checos y estos les dijeron "vosotros mismos" y se fueron. Aquí da la impresión de que las cosas van por el mismo camino y, desde luego que habrá que manejarlo bien para que no nos suceda con la unión de hace siglos, o sea, que seamos nosotros los que perdamos. Primero, bloquear el reingreso en el mercado común y después, marcar con aranceles los productos catalanes de modo transitorio para impulsar el consumo en el mercado español de la producción propia. En fin, ganar perdiendo y perder ganando.
Si lees el blog de Arcadi Espada verás que el millón y medio acaso se quede en doscientos cincuenta mil incluidos transeúntes. De todas formas algunos parecen haber visto las orejas al lobo y empiezan a recular. Hay hoy un artículo en El Pais y alguna carta en La Vanguardia que pueden poner los pelos de punta a más de un indeciso.
ResponderEliminarYa sé a qué artículo te refieres: a ese en el que se explica que el Barca no podría jugar en la liga española. Sí, creo que por lo menos la mitad de los manifestantes, después de leerlo, ya se están arrepintiendo...
ResponderEliminarBueno, el presidente del Barça ha dicho que sí, que seguirán jugando en la liga española como si tal cosa. A las maduras pero no a las duras para que nos entendamos. Habrá que ver que pasa cuando todas las cartas se pongan boca arriba.Porque hasta ahora sólo hablaban los tahures.
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