martes, 20 de septiembre de 2011

Tomar de asiento

Dice el clásico que algunos toman de asiento lo que sólo puede ser de paso. Y lo primero, digo yo, que tendemos a tomar de asiento es la vida, demostrando así hasta que punto somos capaces de cerrar los ojos a la realidad. Acumulamos más y más cosas pensando que así podremos dar esquinazo a la muerte, pero ella se ríe y piensa que cuanto más acumules más fácil le será encontrarte.

Pienso en Jünger. Vive bajo una lluvia de acero. Duerme a pelo donde le pilla el agotamiento. Fuma puros. Bebe saltaparapetos. Lee a Ariosto. Mata enemigos. Se empapa de metralla. Y... cosa curiosa, murió con ciento y pico años.

Bien, parece que ya tengo vendida la casa de Alar. Un gran alivio, lo confieso. Aquello, tan bonito, se había convertido en un ancla insoportable. Sólo me dejaba girar alrededor de ella al ritmo de las mareas. Ahora, nuevos mares me esperan. Saldré a surcarlos.

Avanzar hacia lo desconocido. Hacia el corazón de las tinieblas. Y que sea lo que Dios quiera... siempre y cuando, claro está, que no me quiera obligar a tomar de asiento lo que sólo puede ser de paso. 

6 comentarios:

  1. Felicidades . No hay mayor placer que soltar lastre, más que nada por lo bien que se siente uno atreviéndose a cosas que a veces creía ser incapaz de atreverse...

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  2. Bello y corto.estás sentimental,querido Pedro.Pero me ha gustado mucho...

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  3. Sí, Jacobo, nada como soltar lastre. Lo único no equivocarse y tomar por lastre lo que es mercancía. Aunque sólo de los errores se aprende. Decía el clásico que sólo vive libre de pecado el que ya lo cometió.

    Gracias, Ignacio, tienes razón, creo que la lectura de Jünger me ha puesto en un estado de ánimo muy especial. Y yo que me quejaba por tener un poco mal la patuca.

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  4. sí,claro,deja a uno muy hecho polvo..y esa manera de contarlo...como si estuviera pasando ahora delante de tus ojos....en este instante

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  5. Para que todo no sean parabienes , escribiré una nota disonante, así el blog es un poco mas entretenido. Diríamos que la entrada con su aparente poesía deja entrever el producto de una personalidad -que en jerga barrio bajera- llamaríamos personalidad de singermornings. Sin ánimo de ofender , claro.

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  6. Sí, Ignacio, es de un realismo sobrecogedor. Tiene una segunda parte más literaria y sentimental. Muy bella y mi entender.

    Gracias, Anónimo, por ponerme al día de lo que por ahí se cuece. No tenía ni idea de la existencia se Singermorning.

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