"Las leyes son como las mujeres, están para violarlas". Eso es lo que ha dicho un político gallego y automáticamente ha sido destituido.
Y, claro, el partido opositor al de dicho político está en la gloria porque piensa que le han dado el mejor ariete que se puede concebir para arremeter contra el adversario. Desde que saltó la noticia, los pobres no hacen otra cosa que rasgarse las vestiduras a la primera de cambio. Y yo me temo que están vaciando su armario a cambio de nada. Y no hablemos ya de los del propio partido del susodicho, que se han apresurado a desmentirle en los términos más contundentes y vejatorios que han podido encontrar en el diccionario de la RAE.
Esta historia pudiera venir a cuento con lo que les decía ayer a propósito del lenguaje y las matemáticas. Hasta que no se haga un mayor esfuerzo por enseñarlas en las escuelas seguiremos viviendo entre trogloditas que es una gente entre cuyas características más señaladas destaca la de tomar las palabras al pie de la letra.
Sí, hay que tener mucho cuidado con los tropos y demás figuras retóricas cuando se vive entre trogloditas porque a nada que te descuides te pueden partir la cara. Porque, vamos a ver, ¿a quién que no sea un troglodita le puede caber en la cabeza que ese señor haya dicho lo que se le está achacando? Se le podrá discutir la elegancia u oportunidad del tropo, pero ir más allá no puede ser sino pura mala idea en el mejor de los casos y una descomunal ignorancia en el peor.
Y entonces, ante la insistencia de su interlocutor sobre la necesaria permisividad a la hora de aplicar las leyes, el susodicho fue y contestó con la típica sorna del que ya ha perdido toda esperanza de que le entiendan: sí, hombre, las leyes son como las mujeres... Lo demás se lo pueden imaginar. Un troglodita que andaba por allí y lo escuchó. Un avisado adversario que consideró que de ahí se podía sacar un nicho de votos. Un compañero de partido que vio en ello la posibilidad de un ascenso. Vilezas todas en definitiva a las que tan expuestos están los que se meten en esa camisa de once varas que es la política.
En fin, que me apostaría con ustedes lo que quieran que el defenestrado estaba entre lo más preparado y meritorio de la clase política. Y eso es, precisamente, lo que le ha costado el mal trago, porque Dios te libre de la mala leche de los petits.
Pues lo que dices no es ninguna bobada. El que el personal no estuviera al tanto de las interpretaciones canónicas de la Biblia y solo creyera en una, ya ves en lo que resultó. En cualquier caso, ya lo decía el otro: el cielo nos libre de los de nuestro mismo partido, que de los enemigos ya me libro yo.
ResponderEliminarQuizás en parte tengan razón, pero el comentario es antiestético y hiede a putrefacción de puro anacrónico. En cuanto a violar las leyes habría que pensarlo, pero eso de quedarse tan ancho después de decir que violentar y humillar a la mitad de los humanos del planeta es lo que hay que hacer,por mucho humor que se le quiera encontrar en la frase, por mucho gusto que se le encuentre a la violación, mejor si eres un personaje público y además preparado ,te lo callas y si no es que eres idiota y la preparación no te sirvió de nada.
ResponderEliminarPara mí que tanto los políticos del PSOE como los del PP que se le han tirado encima son analfabetos funcionales de los que hicieron carrera pegando sellos en una sede comarcal del partido. Igual que aquel que llegó a diputado en El disputado voto del Sr. Cayo.
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