sábado, 27 de octubre de 2012

Brave New World



Al final, las cosas, siempre acaban volviendo a por donde solían. Las grandes cosas quiero decir. Los mandamientos de la ley de Dios que, por supuesto, no tienen por que ser los del Padre Astete. Más bien, de parecerse a los de alguien, yo diría que a los que describió Aldous Huxley en "Brave New World", "Un mundo feliz" para nosotros.

Porque esa es la cuestión que, pese a quien pese, siempre hubo y habrá por el querer de los dioses gente alfa y gente épsilon. Porque se nace en un determinado medio, porque se accede a más o menos estudios, porque la genética tiene sus caprichos, por lo que sea, es inevitable que entre los dos extremos del alfabeto griego exista toda la gama de hermosuras y saberes. Y es inútil querer difuminar esa realidad porque al final siempre acaba llegando el viento de la crisis y pone de relieve las grandes diferencias entre el alfa y el épsilon. ¡Qué le vamos a hacer! Las cosas son así y por mucho que se esfuercen en trabajar los brazos del épsilon como no estén dirigidos por las neuronas del alfa no conseguirán bajarse de los árboles. 

Bueno, sí, reconozco que es un intento maravilloso tratar de equiparar las necesidades del alfa y el épsilon. Y así ha sido que socialdemocracia mediante, o lo que sea, se haya igualado a ambas dos categorias, y todas las intermedias, gracias la generalización del uso del orgasmotrón. ¡Oye, que aquí nadie es más que nadie! Claman con orgullo los épsilon mientras se les va reblandeciendo la poca médula que tenían de tanto abusar del maravilloso aparato.

Vamos al grano. "La croissance américaine s'accélère au troisième trimestre", según "Le Monde" que, a su vez, apunta: "L’industrie américaine se désengage de l’Europe". ¡Bingo! La una cosa por la otra. SMIC (salario mínimo interprofesional) en Francia, 1500 € al mes. En EEUU como no existe esa figura redentora pagan según las leyes del mercado que en estos momentos ponen los sueldos de enganche en unos 1200 $, o sea, un poco más de la mitad que en Francia. Ergo, cojo mis trastos y me mudo. Así de fácil. 

Sí, las crisis son esclarecedoras. Y si un alfa es un alfa es un alfa es un alfa, un épsilon es un épsilon es un épsilon es un épsilon. Y ni orgasmotrones ni leches que valgan para ocultar esa abrumadora realidad.  




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