Las mozucas de mi pueblo

Cuando era chaval y andaba de vacaciones por el pueblo, a veces me juntaba con los muchachotes para ir a tomar vinos por los bares. Y claro, como de política estaba muy mal visto hablar y de mozas, ni olerlas, pues no nos quedaba otra que la de transitar por las sucesivas fases del etilismo. Y así era que del ponerse ingeniosos pasábamos a una sentimentaloide exaltación de la amistad que, como por ensalmo, nos llevaba a cantar a coro las típicas canciones regionales. Bueno, ya saben ustedes que las canciones regionales suelen estar trufadas de una picardía muy sutil no exenta de cierta garrulería. 

Recuerdo muchas de aquellas estrofas muy apropiadas para hacer un solo y garantizarse la ovación final. Un suponer: "Por puta y mala mujer/ no te compro una camisa,/ no quiero vestir altares/ pa que otros digan misa". Otro suponer que es el que les quería traer a colación por lo que luego les contaré: "Viva la Montaña, viva/ que viva, viva, los montañeses/ las mozucas de mi pueblo/ que con el culo cascan las nueces". 

El caso es que yo siempre había creído  que eso de cascar nueces con el culo no pasaba de ser una metáfora muy del gusto rural. Como llamar altares a las tetas y decir misa a magrear. Pero estaba equivocado: lo de cascar nueces con el culo es algo que se dice en sentido estrictamente literal. Se pone una nuez sobre una superficie dura y entonces va la mozuca o el mozón y se sienta sobre ella y la casca. Todo es cuestión de haber cultivado unos glúteos debidamente endurecidos por la pertinaz ascensión a las cabañas de los collados con el cuevanuco atrás. Así de sencillo. Y de trabajoso.

Y si alguien se ha creído que estoy bromeando se equivoca. Porque está tan extendida la afición a cascar nueces con el culo por todos los confines de la Europa rural que una cadena de televisión italiana ha considerado que organizar un concurso de cascadores frente a las cámaras podría proporcionales un buen nicho de audiencia. Y así ha sido que hayan acudido a la convocatoria los mejores de cada nación. Desgraciadamente, "las mozucas de mi pueblo", por desconocimiento o lo que sea no han participado. Una pena, porque se lo podrían haber llevado de calle. Sirva de consuelo el que se haya llevado la copa de plata un compatriota vecino de la vasca población de Ormaiztegui. Nada de lo que sorprenderse por otro lado. Todos sabemos que hay gente muy preparada por esas latitudes.