"El tiempo es el único capital de las personas que no tienen más que
su inteligencia por fortuna."
Los del ABC y afines dicen que Rajoy lo está haciendo todo bien. Los del PAÍS y similares, que todo lo está haciendo mal. ¿Entre tontos anda el juego? No sé. Puede ser. Cada uno tira hacia lo suyo aunque se hunda el mundo. El clásico lo describió así: "no paran entre sí de armarse zancadillas, cayendo todos ellos con más daño que escarmiento". Y es que están tan ciegos, intentando cada cual colocar a los suyos que no se aperciben de cómo va menguando la piel de zapa -la peau de chagrin- que tienen en el armario.
Arcadi Espada, con el ingenuo entusiasmo del que tantas veces hace gala, preconiza un pacto PP-PSOE para poner en marcha las reformas necesarias. ¡Dios le oyese! PP-PSOE, por el peso de la lógica, porque no hay en este momento dos partidos que se parezcan más en todo que esos dos. Incluso en lo de querer colocar a los suyos al precio que sea, se parecen como dos gotas de agua. Díganme si no que tienen que ver con los comunistas que se empeñan en vivir en las nubes, como si las cosas fuesen como a ellos les gustaría que fuesen, o sea, agarrar a los banqueros y retorcerles los cojones hasta que suelten la última gota de semen. Y, ya, de los nacionalistas, ¿para qué hablar? Para ellos España es un lodazal de aguas podridas. "El que primero lo huele debajo del culo lo tiene", les diría yo. En fin, Arcadi, lo siento, pero hay cosas que sólo llegan cuando alguien está apuntando con la recortada. O los recortes.
Marear la perdiz es como se llama a esto en España. Contentarse con dar la impresión de que se hace a la vez que se es consciente de que no se está haciendo nada. Es decir, engañando a los tontos para que te sigan votando y tú puedas seguir colocando a los tuyos. Ahí se termina la ambición. Y se nota demasiado. Y por eso no se fían los que debieran fiarse, verbigracia, los mercados, los fondos de inversión y todas esas cosas que los comunistas pretenden saber cómo meter en cintura.
No se fían porque saben. Saben los ayuntamientos que hay en España. Saben la duplicidad o triplicidad de las administraciones públicas. Saben la inestabilidad política que proporcionan los nacionalismos. Saben de la incompetencia de la mayoría de los cargos políticos. Saben del desmadre de la sanidad y de la enseñanza. Saben de la corrupción en sábana que todo lo cubre. Saben, en definitiva, todo lo que tienen que saber para no arriesgar a lo tonto. Porque son tiempos de apostar a lo seguro aunque te insulten por la calle.
Así que lo siento por los de ABC y por los de EL PAÍS, porque ni unos ni otros dan en el clavo. La realidad es que Rajoy no está haciendo ni bien ni mal sino todo lo contrario. O sea, nada de nada. Marear la perdiz si acaso. Aunque, quizá su forma de marear sea más elegante que la de Zapatero. Pero eso, ya se sabe, cuestión de gustos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario