domingo, 18 de marzo de 2012
Ni de coña
Dice: "Valdecilla se prepara para ser motor de uno de los grandes ejes de desarrollo de Cantabria". Y entonces voy y me entero de que en ese centro trabajan, o lo que sea, 957 médicos. ¿Y saben qué? Que llevo toda la semana con un dolor de muelas de todos los demonios y no me atrevo a acercarme por allí porque sé que mucho peor que el dolor sería el calvario de esperas y humillaciones varias a las que sería sometido.
"Hospital de referencia nacional", aseguran. Ni de coña. Se lo digo yo que me pasé la vida de la Ceca a la Meca y nunca escuché referencia alguna a las excelencias del referido lugar. Así que esas loas no son más que un darle otra vuelta a la matraca provinciana. Lo mismo, exactamente, que escuché en otras provincias por las que se perdieron mis pasos.
Bueno, las cifras de personal, de presupuestos, etc., tienen dimensiones qataries. Las deudas, sin embargo, las tienen españolas. Lujo para pobres en definitiva. Presumir de lo que no se tiene. Andar con el culo al aire, como vulgarmente se dice.
Es curioso como se ha dado la vuelta a la ecuación. Según nos enseñaron los clásicos para tener buenos médicos lo primero era ganar el dinero con el que poder pagarlos. Ahora, según nos quieren convencer, es al revés: primero tienes buenos médicos por la cara bonita y lo demás se te dará por añadidura. Y eso sin que a nadie se le haya pasado por la cabeza la sacrílega solución de dedicar medio hospital a la medicina privada. ¡Pues buenos se pondrían los sindicatos! Los sindicatos, ya saben, esa "unidad natural de convivencia" según rezaban los principios inamovibles del Movimiento. ¡Qué paradoja!
La verdad es que hay veces que me parece que no hay mejor síntesis de esta España caduca que aquel hidalgo toledano que se mantenía vivo gracias a los mendrugos de pan duro que se agenciaba el lazarillo en sus correrías mendicantes.
En fin, con lo fácil que sería dar con el portillo del caer en la cuenta y saltar por él para ser libres. Sólo habría que aceptar lo que a la vista está, es decir, que en Cantabria hay lo que hay, o sea, mucha pretenciosidad provinciana y poca sustancia cosmopolita. O, por decirlo en una de nuestras queridas lenguas vernáculas, molta roba y poc sabó.
Concluyendo: que si no hubiese tanta imbecilidad en el ambiente, yo hubiese ido a Valdecilla con mi tarjeta dorada de la mutua, que buenos miles de euros me cuesta, y a estas horas ya estaría curado. Y Valdecilla debería un poco menos de dinero y el sueldo de sus empleados estaría un poco más asegurado. ¡Así de sencillo!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
hablando de hospitales..una falacia de las típicas e internét,pero divertida
ResponderEliminarhttp://94.245.116.9/att/GetAttachment.aspx?file=b09d990d-cbae-410b-a129-122660668646.pps&ct=YXBwbGljYXRpb24vdm5kLm1zLXBvd2VycG9pbnQ_3d&name=cGFqaWxsZXJhcy5wcHM_3d&inline=0&rfc=0&empty=False&imgsrc=&shared=1&entryPt=download&biciPrevious=733be17f-3577-442b-857a-188ebf7261a8_00ab87c14b8_5714&blob=MHxwYWppbGxlcmFzLnBwc3xhcHBsaWNhdGlvbi92bmQubXMtcG93ZXJwb2ludA_3d_3d&hm__login=imartin62&hm__domain=hotmail.com&ip=10.211.2.8&d=d2154&mf=0&hm__ts=Tue%2c%2020%20Mar%202012%2006%3a42%3a36%20GMT&st=imartin62&hm__ha=01_bfade93fd08e21d855fe6ba244cc9aa0a72c22692fd7bf58e748ddc87dcaa7e2&oneredir=1