viernes, 2 de marzo de 2012

Borgen


El otro día va un político eslovaco y ¡zas!, da en el clavo. Dice: "Europa, en vez de en futuro ha invertido en placer". ¡Que me lo digan a mí que me pasé el último verano de adecuación recreativa en adecuación recreativa! 


Hoy ha sido un historiador, un tal Charles Murray, el que acertó en la diana: "El problema español es la idea de que vivir es matar el tiempo del modo más placentero". Ya saben, haciendo el zombi sobre la arena de la playa y cosas por el estilo. 


Pero hoy quiero tratar de un asunto que no tiene nada que ver con eso: la familia. 


Sostiene Angelina Jolie en todas las primeras páginas del mundo: "No sacrificaría a mi familia por nada". Bien, a la vista de la pinta de Nosferatu que se le está poniendo a la pobre no puedo sino creérmelo a pies juntillas. 


¡Ay, la familia! Resulta que ando estos días enganchado en una serie televisiva de procedencia danesa. Borgen. No se la recomiendo porque ya he caído en la cuenta de que los adictos a lo que sea no tenemos criterio equilibrado para ese "lo que sea". A mí las series televisivas me chiflan hasta el punto de que he podido soportar hasta dos o tres capítulos de algunas series españolas de las de ahora. ¡Que ya hay que estar colgado para eso!


Borgen, en principio, es una serie sobre el poder. Una señora que llega a Primer Ministro. Pero, después de ver unos cuantos capítulos me he dado cuenta de que nada más lejos: de lo que trata en realidad es de la familia. De cómo compaginar la familia con el trabajo. 


Borgen y su marido, un matrimonio ideal. Los ardores del corazón no les nubla la cabeza. Ahora me toca a mí ser primera ministra  y a ti cuidar de los niños y la casa en general, le dice ella a él. Muy bien, sí, de acuerdo cariño, dice él, porque te quiero mucho. ¡También son ganas de engañarse! El tiempo pasa que es un primor y cambian las circunstancias. Y con el cambio de circunstancias a tomar por el saco las promesas. Él, en vez de niños se va a dirigir una gran empresa. Y los niños a aprovecharse como sólo ellos saben hacer cuando la que pintan calva se presenta. 


Escuchaba el otro día a un neurobiólogo decir que ni heroína ni leches, que para poder adictivo el del propio poder. Una persona, añadía, no necesita más de diez minutos de ejercicio del poder para cambiar toda la estructura de su cerebro. Me pareció exagerado, pero pongamos un par de semanas y nos nos quedará más remedio que aceptarlo sin cortapisas. Y no se crean que cuando se habla de poder hay que pensar en uno como el que tiene Borgen. No, formas de poder hay a montones y, quién más, quién menos, todos en algún momento nos hemos visto guapos al contemplarnos en ese espejo. ¡Narciso forever


Sí, hay una cosa que cada vez tengo más clara y no me alegro por ello: a la familia sólo se dedican con esmero los pringaos. Es decir, aquellos a los que, por lo que sea, no se les presenta ocasión de hacer cosas interesantes. Mandar en algún sitio. Descubrir nuevos mundos. Indagar en las profundidades. Tender puentes al futuro.  


Por lo demás, les pido perdón por mi atrevimiento. 

4 comentarios:

  1. Pues esto es como todo: es cierto y NO.

    Los españoles estamos creados a imagen y semejanza de nuestras élites

    Si nuestras elites se dedicasen a trabajar , a ser cientificos de fama, aclamados eruditos y financieros de importancia es decir si TODAS las familias de posibles, cada uno en su campo de interes, fuesen como Amancio Ortega con Zara estoy persuadido que los españoles de a pie ( incluyendo los lideres politicos) seriamos muy diferentes a como somos

    Pero con unas elites dedicadas a ser fiesteros al 100% ¿alguien le extraña que los españoles se centren en la fiesta, en las evasiones , en las drogas?

    Toda nuestra sociedad nos empuja por el precipicio de la evasion aqui trabajar no vale de nada, apenas existe movilidad social, trabajar esta mal visto hasta por la clase obrera y sus sindicatos , esta perseguido por las leyes impositivas sobre horas extra, no existe democracia en las empresas ( en el sentido de que NO se asciende a las personas de valia)

    En definitiva ....la mejor metafora: el sistema educativo, una basura CREADA entre todos aquellos que deberian haberlo mejorado

    todo conspira para que la gente se quede donde este, sin moverse y fumandose un porro, como en los paises arabes
    ¿Puede cambiar? si pero llevara tiempo

    Ah! y no todos los españoles nos dedicamos a tocarnos los huevos Sr Murray

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  2. No podría, Anónimo, estar más de acuerdo con todo lo que dice. Vengo de dar un paseo en bicicleta y, si bien el entorno no podría ser más agraciado, todo lo que tiene que ver con la actividad humana no podría ser más desgraciado. Una de las cosas perceptibles de la famosa crisis es el aumento exponencial de ruido en los locales y de basuras por doquier. Se ve que ha habido Eres en los servicios de limpieza. En fin, podría ensartar un rosario de monerías pero no quiero incubar pestilencia. Prefiero crear tensiones y malos rollos si es preciso antes que tragar. Hoy en el restaurante hemos ido dos veces, bueno ha sido María, hasta el mando a distancia y hemos bajado el volumen de la televisión. Un verdadero sacrilegio.

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  3. Claro, como no iba a ser María la que bajara el volumen, tener que aguantar la tele a todo volumen además de las obsesivas quejas de su compañero de mesa producen ganas de tirar bombas atómicas si es preciso, supongo que se puede hacer cualquier cosa todo con tal de que le dejen comer en paz.

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  4. Pues no, Anónimo, en este caso te equivocas. Yo no me quejaba en absoluto. Estaba totalmente absorto en la contemplación de aquella fauna tirando a pitecántropa. Pueblo llano que le dicen.

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