lunes, 28 de marzo de 2011

Trajín

El caso es que no hay forma de parar. Ayer estuve en Laredo. Mañana parto para Madrid una hora antes de que sea la del alba. El jueves estaré de vuelta. Y ya estoy convocado para el domingo por la asociación excursionista de la escuela de idiomas. ¡Leches! ¿Cómo habré venido a dar en este trajín? Con lo que a mí me tira el sedentarismo.

Levantarme cuando me despierto. Desayunar. Acaso manosear un poco la guitarra. Escuchar, después, como si fuese la misa, al Professor David Gerison disertando sobre las, perdón, Improper Integrals o cosa por el estilo. Contestar algún mensaje. Escribir en este blog. Leer a Perec. Recibir o hacer una llamada para un paseo en bicicleta. En fin, cosas así, o sea, puro huevoneo del que te lleva por la vida sin que la vida te pese sino todo lo contrario.

 Bien, ya sé que me dirán que eso que yo llamo trajín no es más que un suave ajetreo adaptado a las capacidades de un anciano terminal. Que está llamando ya a las puertas del Hades, por decirlo al modo de la Jonia. Pues sí, tienen razón, a D. G. no es ese mi caso, pero pensar en el trajinar me machaca. Me saca de mis casillas. Aunque luego, una vez puesto en marcha, reconozco que suelo disfrutar de lo lindo, que absorbo energía, que limpio obsesiones, aprendo sobre la vida y, en fin, en cierto modo me renuevo. Y avanzo. Y todo eso está muy bien, sí, pero...

Los perinquinosos peros de los que hablaba Critilo. Pero que no distraiga de lo que de verdad importa. O sea, avanzar con menos daño que escarmiento.

sábado, 26 de marzo de 2011

Soy mucho menos que nada

"Luego despierto y me veo, soy mucho menos que nada."

Para despertar, argumentaba la gran María Zambrano, es condición indispensable venir del sueño. Así, a primera vista, parece una perogrullada, pero si se paran a pensar un poco no tardarán en caer en la cuenta de que la cosa tiene su miga. O sus perendengues, si es que así les gusta más.

Porque el caso es que nos creemos despiertos, pero, mayormente, seguimos soñando. Y de pronto, zas, un susto, y despertamos a la realidad como si de un parto se tratase. Con el mismo dolor. Porque entonces te ves y sabes que eres mucho menos que nada. Pero no te asustes, porque, así, acabas de dar el primer paso para ser un valiente. Que los valientes, ya sabes, andan solos.  "Lonely are the Brave", por decirlo con la debida propiedad.

Pues bien, estábamos anoche de sobremesa y para mayor deleite de nuestros espíritus especulábamos sobre los entresijos del que se ha dado en denominar el "séptimo arte". Opinó alguien que hay dos temas que se repiten en ese arte con machacona insistencia. Y siempre con la misma aceptación por parte del respetable. Uno, la mafia. El otro, los vampiros.

Las mafias y los vampiros, dos constantes en el arte porque lo son en la vida. Y si no lo ven así, miren con detenimiento a su alrededor, o dentro de sí, quién sabe,  y seguro que despiertan. Porque la pura verdad es que, si excluimos a los que son mucho menos que nada, no hay otra cosa en el mundo. Mafiosos y vampiros en permanente estado de somnolencia. Y no por nada, sino porque ese es en el único estado en el que pueden seguir avanzando entre los cadáveres que van haciendo con su dulce actividad. De otra manera, les mataría el remordimiento.

jueves, 24 de marzo de 2011

Dar pistas al enemigo

De todas las  imbecilidades que uno puede cometer en esta vida, una de entre las mayores es dar pistas al enemigo. Y el caso, triste por demás, es que está muy bien visto. Yo soy como soy y lo que soy, y no tengo por qué ocultarlo. Porque, por descontado, estoy muy orgulloso de ser como soy y de donde soy y de lo que soy. 

De Santander de toda la vida, sí, muy bien, no hace falte que lo jures, se te nota a la primera de cambio. Y claro, sólo de pensar en el mérito que comporta esa pertenencia, ya, se me abren las carnes. Y ya no digo nada de vascos y catalanes, que, por sólo serlo, parece como si viniesen al mundo con siete doctorados bajo el brazo. La provincia, en definitiva. Mala cosa de la que alardear.

El otro va y quiere dejar clara su ideología. Porque quiere exhibir su buen corazón en un caso, su inteligencia en el otro. Y el pobre no hace otra cosa que dejar al descubierto su hemiplejía moral. Su incapacidad para  vislumbrar la complejidad de los sistemas que nos rigen.

Por no hablar ya de la pertenencia a una confesión religiosa. Esa vaguería espiritual con respuestas para todo como en los juegos de los niños. Una verdadera provocación. Como la de esos musulmanes entre nosotros que pregonan su arrogancia por medio de disfraces ridículos que les identifican como tales. Olvidan los muy estúpidos los espantosos motivos que nos han dado para que andemos muy cabreados con ellos. Es, por así decirlo, como si quisiesen prender la mecha de una vez por todas.

Y ese nuevo rico que se muere por dar noticia de su éxito y no hace otra cosa que poner tras sus pasos a todos las charlatanes que quieren vivir del cuento. El pobre desgraciado compra todas las motos rotas del mercado. Y ni siquiera da pena.

En fin, a quién en su sano juicio le puede importar de donde eres, lo que tienes, lo que piensas, lo que crees. En todo caso, si algo importase de alguien, sería por lo que sabe hacer, por lo que le ha costado saber hacer lo que hace, que eso sí que comporta mérito. Y el mérito, quizá, sí que tendría derecho al orgullo. No sé.

martes, 22 de marzo de 2011

La cabra tira al monte



 
Hace ya bastantes años, alguien que paseaba en compañía de un famoso torero le dijo señalando a uno que pasaba por allí: "mira, ese es Ortega y Gasset". "Y a qué se dedica ese señor", preguntó el torero. "A la filosofía", le respondió. "Desde luego que tiene que haber gente pa to", apostilló el maestro.

 Una verdad como una catedral. Hay gente pa to. Y a veces poca y a veces mucha gente pa lo mismo. Y cuando es mucha, entonces, decimos que eso se ha puesto de moda. Y, de ahí, a la moda me mola para unos, a la moda me mata para otros.


Porque la realidad es que hay gente que piensa que determinadas actividades se engrandecen cuando se practican en petit comité. Kant, por ejemplo, decía respecto de sus actividades sociales que "ni menos de tres, ni más de siete". Bueno, para mí ese es un buen modelo.

Un modelo que, sin lugar a dudas, aplicaría con gusto a los paseos por la montaña.  Y siento decirlo, porque más amable no pudo ser toda la gente con la que trabé conversación en la reciente excursión por los Collados del Asón. Pero es que no conseguí evitar en momento alguno la sensación de multitud en movimiento. Como de éxodo en busca de la tierra prometida. Y ya no digo nada de cuando nos topamos con la centuria de Suances, todos tan equipados... para esto, me dije, mejor la Calle Preciados.


Lo de ir a la montaña, creo, tiene algo que ver con lo del famoso "eterno retorno". En este caso, al "estado de naturaleza". A un mundo regido por la fuerza y el deseo. Es, por así decirlo, una forma de ponerse a prueba, de medirse con los elementos.

También, si quieren, una forma de ascesis, de intento de purificación del espíritu por medio del esfuerzo y la privación. Porque, ¿acaso no hubiesen podido todos aquellos esforzados paseantes pasar el día tumbados sobre las doradas arenas y a régimen de sandwiches de pularda, espárragos "cojonudos" y cervezas refrigeradas?

Aunque no siempre tiene por qué ser así. Para muchos cuenta sobre todo la vida social. Un marco de incomparable belleza para una jornada de convivencia. Se ha de suponer que así, condicionados por tal entorno, se engrasa el fluir de las buenas vibraciones. ¡Qué duda cabe! Dos pájaros de un tiro: cultivo de la amistad en comunión con la naturaleza.

Luego, no lo olvidemos, está el placer del conocer. Saber qué es lo que ves y el porqué de que así sea. Y la naturaleza es un libro abierto para aprender sobre nosotros mismos. Y si la naturaleza es salvaje, más abierto todavía. Entonces, ya sólo falta tener al lado alguien que sepa leer en él y guste comunicarlo.

En fin, Teresa, me pedías que escribiese algo sobre la salida del domingo y, dado que los hechos, tal como fueron, ya los relataste tú de forma que creo insuperable, he creido que divagar un poco sobre las cosas de la vida podría venir a cuento. Lamentaría mucho haber ofendido a alguien. Porque el caso es que me lo pasé muy bien y estoy muy agradecido por la invitación a participar que me hicisteis. Pero soy como soy y,  no sólo por razones sentimentales sino también prácticas, prefiero adaptarme al modelo kantiano para este tipo de acvtividades. Es que, además, a estas edades, economía obliga. Uno no puede, ya, despilfarrar ni un ápice de la energía que le queda. Que no es mucha. Y las multitudes, no lo ignoremos, chupan de eso de lo lindo. 

Coda.- Aunque, no me cuesta reconocer que, entre siete y veinte, tampoco es tanta la diferencia. 

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lunes, 21 de marzo de 2011

Los Collados del Asón





Ayer pasé el día correteando por Los Collados del Asón en compañía de un nutrido grupo de personas. En honor a la verdad tengo que decir que acabé reventado que no es en balde que los años pasen. A las nueve y media de la noche caí en la cama como un leño y hasta las siete de hoy no he tenido noticia del mundo. Y justo, después de desayunar, al abrir el correo, me he encontrado con esta bella memoria de lo que fue el día de ayer. La envía Teresa.

Hola a tod@s
Hoy despedimos el invierno con un día primaveral en los Collados del Asón, un paraje extraordinario al que convendría volver en cada estación para descubrirla diferente cada vez.

Salimos de Santander a las 9:30 en los coches de Silvia, Alfonso y Maxi. Nos encontramos en La Gándara con el resto del grupo y desde allí nos dirigimos a la salida de la ruta. 

El paisaje aún conservaba los últimos neveros en las cumbres y en las zonas sombrías pero hizo un día espléndido y la naturaleza se mostraba en plena ebullición a cada paso, entre las hojas del suelo, las brotes de los árboles y las primeras flores de la primavera: lilas, narcisos,..en un espectáculo fabuloso de color y vitalidad .

Admiramos las siluetas de los árboles centenarios con las ramas desnudas, el brillo de los acebos resplandecientes bajo la luz del sol, el porte señorial de los hayedos...y sobre todo la belleza geológica del entorno que nos dio la bienvenida con una vista aérea sobre el cañón del río Asón y su cascada, un poljé de montaña que Liam explicó a todo el  grupo, zonas kárstica con fallas profundas...y nos sorprendía a cada paso con nuevas panorámicas.

Comimos en medio de un hayedo  y ya de vuelta al aparcamiento compartimos camino con una centuria de senderistas de Suances y Santander que habían llegado hasta allí en dos autobuses.

Nos fuimos a La Gándara a disfrutar de sus cascadas y después volvimos a Santander huyendo de los bares abarrotados que ofrecían el partido del Racing contra el Osasuna

Fuimos 20 en total, con algunas caras nuevas, que esperamos volver a ver en próximas salidas. Hubo representación italiana,irlandesa y española.

Fijamos la próxima salida -aún sin determinar -para el 27 de Marzo ( día del cambio de hora: ¡¡cuidado!!).

Os mando algunas fotos de hoy.

¡¡Feliz semana y buena entrada de primavera a todos!

Un abrazo y seguimos en contacto: 

Teresa

sábado, 19 de marzo de 2011

Instalaciones




Bien, pues las propuestas, supongo, han sido nucleadas, de acuerdo a la política cultural que está implementando la Consejería de Cultura, permitiendo la posibilidad de construir una exposición pensando en la estética relacional como punto de partida.

Un programa que incentiva a explorar, cultivar y desarrollar intuiciones, a conceptualizar y argumentar propuestas, a perseguir sueños, a aprehender vivencias, a materializar ideas, a concretar proyectos. 

Pues eso, como les venía diciendo, si quieren pasar un buen día de primavera, agarren la bicicleta, súbanse con ella al tren, apéense en Ceceñas y pónganse a pedalear por la tupida red de caminitos entre praderías que interrelacionan a las gentes de aquellos valles. La verdad es que está todo tan cuidado, un punto cursi si quieren, que, a veces, tienes la sensación de estar poco menos que en Suiza, lo que ya es decir. Lo cual, tampoco es raro dado que, a las privilegiadas características geográficas del lugar, ha querido la fortuna que se sumase la circunstancia de tener, concretamente, el Ayuntamiento de Riotuerto, un alcalde ilustrado. 

Pero es que además, como si de redondear el encanto se tratase, hay algunos vecinos que por no poder sustraerse al impulso creador, por seguir las directivas de la Consejería de Cultura del Conceju Nacionalegu Cántabru, o por lo que sea, han utilizado sus "backyards", o sus jardines, para montar Instalaciones que por su originalidad y la calidad de sus propuestas dejan atónito al cicloturista, cual fue nuestro caso. 

Coda.- Al artista de la instalación que les muestro en primer lugar, no le gustó un pelo que la fotografiase. Seguramente su mosqueo era debido a que no consideraba terminada la obra. O, quién sabe, quizá temía una avalancha de turistas en busca de sensaciones espirituales.


jueves, 17 de marzo de 2011

Esparta cae bien

Desde que tenemos memoria escrita, unos 2500 años o así, la tensión narrativa ha estado siempre sustentada en la disputa entre dos formas de concebir el poder: la espartana y la ateniense. Aristocrática o democrática.

Recuerdo un artículo en el que Umbral consiguió agradarme porque me confirmó en lo que yo venía pensando hacía ya tiempo: que el enfrentamiento entre la URSS y los EEUU era la versión actualizada del que habían tenido Esparta y Atenas. 

Pienso en estas cosas porque recientemente he visto dos películas que me lo han recordado. Una, "Lo que el viento se llevó" y la otra, "Guerra y Paz". Bien, pues he creído entender que en las dos se narra una versión adaptada a su época del conflicto del que les hablo. Y aún les diría más, creo que en las dos la simpatía se decanta hacia el lado espartano.

-Esparta, una minoría aristocrática que se reparte el poder y la hacienda y, por ende, toma en sus manos la defensa de la patria. El resto, los ilotas, sin más derechos que los que se derivan de permanecer fiel a su amo. 

-Atenas, exclusión hecha de los esclavos, todos son iguales ante la ley y, también, todos están obligados a tomar las armas cuando la patria está en peligro.

-"Lo que el viento se llevó", el sur latifundista y esclavista es  Esparta y el norte industrial e igualitario es Atenas.

-"Guerra y Paz", la Rusia feudal y adormecida es Esparta, la Francia de los derechos humanos es Atenas.

En las Guerras del Peloponeso ganó Esparta. En la Guerra de Secesión le toco el turno a Atenas. En
las napoleónicas el modelo no se puede generalizar, pero en el lo que hace a la campaña rusa quedó claro el triunfo de Esparta.

Y la URSS, ¿qué era sino Esparta? La "vanguardia del proletariado" haciendo de señoritos y el proletariado de ilotas.Y perdió frente a la Atenas americana.

Pero, ¿y las simpatías?, ¿de qué lado se decantan? Platón, por su parte, dejó claras sus preferencias: su "República" es Esparta. Margaret Mitchell -Gone with the wind-,  lo mismo. Tolstoi -Guerra y Paz-, más matizado si quieren, pero lo mismo. Y la  progresía universal, ni que decir tiene que exactamente igual. En definitiva, que lo que de verdad nos mola a poco que bajemos la guardia es el viejo orden: unos pocos que tienen y mandan, por un lado, y otros muchos que no tienen y obedecen por el otro.

Bueno, me viene a la memoria aquella película de Fernando Fernán-Gómez en la que se sostiene la tesis de que se vive mucho mejor como esclavo de una familia burguesa que como jefe de un departamento universitario. Para pensar.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Una cosa y su contraria.

El problema principal que yo le veo a la racaille -forma francesa de decir chusma- es que siempre quiere una cosa y su contraria.

Para empezar quiero dejar claro que es lo que yo entiendo por racaille o chusma. Es esa franja de la población en la que el nivel económico supera con creces el nivel cultural. Desgraciadamente, si no ando equivocado, esa franja engloba una parte muy significativa, acaso mayoritaria, de la población total.

Para esa gente, decir dinero en el bolsillo y decir triunfo en la vida, todo es una. Y, por extensión, en la vida, claro está, sólo triunfan los inteligentes. Y como son inteligentes  il va de soi que no se equivocan al elegir. El coche más grande, la casa más grande, la fiesta más grande, la comida más grande, el ruido más grande, en definitiva, todo a lo grande porque, para la racaille, lo que sobre todo cuenta  es tenerla más grande que el vecino.

La cuestión no es baladí, porque si hay algo que sustente todo este tinglado que denominamos "estado del bienestar" es, precisamente, esa querencia de la chusma por lo grande. Por lo que más se ve, más se oye, más se huele, por lo más guay en definitiva. Lo grande, que exige movilizar más recursos, lo cual, que nadie lo olvide, es lo que crea más puestos de trabajo, es decir, la madre de todos los empeños que conducen a la gloria colectiva.  

Así es que cuando un político, en uno de esos raros momentos de lucidez  que a veces suelen tener, va y le dice a un miembro de esa horrible cofradía, "casse-toi, pauvre con" , algo así como ¡muerete, gilipoyas!, se arma la de dios-es-cristo. Y no es para menos, porque decirle a un chusma que sea reflexivo, es como decirle que no consuma todo lo que pueda y un poco más, o sea, como decirle a un adolescente ebrio de notoriedad que no haga el bestia con su moto... ¿qué sería entonces de la industria del trasplante?

Y, ahora, con motivo de lo de las nucleares de Japón, ya tenemos ahí otra vez a la chusma diciendo la suya y sin miedo a equivocarse. ¡Que las cierren todas! Eso, y ellos a seguir con la fiesta. Y lo de la energía que necesitan para alumbrar sus desvaríos, eso, que lo solucionen los empollones, que para eso están.

No sé, pero alguien le debiera explicar a esa gente que no se puede querer una cosa y su contraria. Que por muy listos que hayan demostrado ser al haber llegado tan alto, esa elección no es posible. Que si cerramos las nucleares habrá que suspender la fiesta hasta que los empollones den con una solución a gusto de todos. O sea, hasta nunca jamás. También, claro está, se les puede decir que sería una ayuda inestimable que ellos se pusiesen a estudiar un poco. En fin, como predicar en el desierto.

martes, 15 de marzo de 2011

Lonely are the brave.

Los valientes andan solos. Aquella película de los años sesenta en la que se recrea el mito de Don Quijote. Un Quijote total, sin el contrapeso de un Sancho contemporizador. Jack Burns, el vaquero que no se resigna a vivir en la edad de hierro y todo el rato hace como si los molinos fuesen gigantes malandrines. Todos le abandonan porque nadie en su sano juicio quiere soñadores a su lado. Hasta el último bastión, el de la amistad, se desmorona a sus pies. Su único amigo, por el que lo arriesga todo, le deja en la estacada de forma vergonzante. Pero él no se doblega y su fuga hacia la libertad constituye, a mi juicio, uno de los poemas épicos más bellos de la historia del cine.

Hoy, en La  Tercera de ABC, escribe  Rodriguez Adrados sobre la democracia:

"El problema es el de la libertad e igualdad, no una igualdad mecánica, aplastante, igualdad en la dignidad, con infinitas variantes. En lo espiritual y lo material. En Atenas el pueblo alcanzó la dignidad del poder, pero se acotaron áreas para que unos y otros se desenvolvieran y áreas de conocimiento y de belleza accesibles a los que quisieran y supieran acceder." (el subrayado es mío)



domingo, 13 de marzo de 2011

El culebrón nuclear.




En Fukushima, al norte de Tokio hay una central nuclear con diez reactores. Pues bien, debido a un encadenamiento de sucesos desgraciados las cosas se han puesto difíciles allí. En principio, las alarmas funcionaron perfectamente y los reactores se apagaron antes de que la tierra comenzase a temblar. Eso excluyó la producción de reacciones en cadena y que todo saltase por los aires como pasó en Chernobyl. Pero un reactor no es un mechero y el hecho de que se apague no quiere decir que aquello deje de producir un calor infernal. Se necesita refrigeración para que su núcleo no se funda y empiece a soltar todo tipo de gases desagradables y no precisamente por su olor. Bien, pues en Fukushima los sistemas de refrigeración no funcionaron, primero porque el terremoto destruyo el suministro eléctrico de esos sistemas, segundo porque el tsunami inutilizó los generadores de emergencia. Consecuencia: el núcleo de dos reactores se ha fundido. Lo cual, en principio, es controlable dado el espesor de la carcasa que contiene el reactor. Sin embargo, los ingenieros han considerado que la presión de los gases producidos por la fusión estaban  poniendo a prueba la resistencia de la carcasa por lo que han decidido soltar esos gases. Todo el mundo sabe el alivio que supone soltar gases cuando la cosa se pone molesta. Lo malo es que los gases que suelta la carcasa son radiactivos.

Les cuento todo esto que seguramente ya sabrán porque un acontecimiento de este tipo es munición pesada para una de las partes en la controversia que no cesa sobre la energía de origen nuclear. Y así es que no han pasado aún dos días desde que ocurrió el desastre y ya está  ese cantamañanas con clase que es Cohn-Bendit pidiendo un referéndum sobre la conveniencia o no de seguir con la energía nuclear en Europa.

Yo, la verdad, ni escucho la COPE, ni la SER, ni veo Intereconomía, ni nada por estilo, así que me comprenderán perfectamente si les digo que no tengo ni idea sobre cual sería la postura más conveniente a tomar sobre la energía de origen nuclear. A veces, cuando paseaba por el monte con mis amigos los Proscritos, me quedaba pasmado ante su seguridad sobre el asunto. Para ellos, la culpa de todo, una vez más, la tenía Felipe González  por haber decretado la moratoria nuclear. Se lo habían escuchado a Federico, claro está, aquella misma mañana. Y luego, para apuntalarse en la idea recibida, estaba la última factura de la luz que les había dejado temblando.

Yo, ya digo, ni idea. Porque las he escuchado de todos los colores y todas bonitas. Pero hay una cuestión de orden práctico sobre la que no me cabe duda alguna. Se trata de las enormes cantidades de energía que necesitamos generar para mantener nuestro modelo de vida. Así que, una de dos, o llenamos los ríos de presas, o atiborramos el paisaje de molinos, o quemamos carbón y gas a porrillo, o nos resignamos al riesgo nuclear, o, por contra, nos acostumbramos a desplazarnos a pinrel o a pedal, a calentarnos con manta y brasero de carbón vegetal, a prescindir de los cientos de electrodomésticos que nos aligeran la vida, a,  en definitiva, volver a los viejos tiempos cuando, como diría Don Quijote, no existían las palabras, mío, tuyo, porque es que había tan poco de todo que no hacían falta.

En fin, para qué engañarse, en esto como en todo lo demás, será lo que Dios quiera. Que generalmente suele ser que sigamos adelante con los faroles. Es decir, asumiendo el peligro que toda buena vida esconde en sus entrañas.

sábado, 12 de marzo de 2011

La provincia en estado puro




No son las ocho todavía cuando bajo a "La Tía María" a comprar alguna delicatessen para el desayuno. No es que sean los  croissants franceses, pero para un pueblo de provincias ni tan mal. Y allí, en el mostrador, veo que tienen un montón del periódico local "Camargo, Press". Cojo uno y me lo llevo junto a las citadas delicatessens.

Mientras desayuno, ojeo, u hojeo, que no sé, "Camargo, Press".  No tardo en diagnosticar: mugre socialdemócrata en estado de descomposición. Entre  el presidente Revilla  y el alcalde del municipio, un tal Ángel Duque, se comen más de la mitad de las páginas. Ángel Duque pide duplicar esfuerzos para consolidar el proyecto socialista del municipio. Añade que se muere de ganas "de trabajar por y para Camargo desde el ideario socialista." O sea, que aparte de confesar su condición de hemipléjico moral nos demuestra con su dicterio que no sabe nada de gramática. Por y para, ¿qué quiere decir con eso?. Seguro que  su discapacidad espiritual  quedó plenamente satisfecha tras soltar tal parida. 

Lo de Revilluca es todavía más divertido. Va al Centro Social de Mayores a homenajear a los trece ancianos que han llegado a los 90 años. Les ha dicho que es "de justicia" que las instituciones públicas tengan en cuenta sus necesidades porque gracias a ellos está hoy España como está. Que da gloria verla, podría haber añadido, pero se ve que no se atrevió. ¡Curiosa costumbre ésta  de homenajear a los viejos sin tener en cuenta sus méritos! A lo mejor, digo yo, la mitad de esos trece han sido cualquier cosa menos ciudadanos ejemplares. Pero, claro, han resistido, y dice la sabiduría popular que resistir es vencer. En fin, pelillos a la mar. Entonces, cansado ya de viejos, va y se dirige al colegio Mateo Escagedo Salmón de Cacicedo ha hacerse una foto con los chavales y ponerles, de paso, al día. Les dice que su principal reto es conseguir la llegada del AVE en 2015 y se queda tan ancho. Bien, es de suponer que tras tan trascendente confesión del Presidente a los chavales les van entrar unas ganas tremendas de ponerse a trabajar. A lo mejor, incluso dejan de hacer botellón y ponerlo todo hecho un asco. Quién sabe, porque el contacto con un líder carismático hace milagros en la adolescencia.

Revilla fuma puros, canta "las marzas" y va a Madrid a quejarse de la mala condición del aire que allí se respira. Viene uno de Cantabria, dice, con aquel aire tan puro... Y, entre tanto, el panel informativo de la calle Concordia de Maliaño es contumaz en sus aseveraciones: "Calidad del aire: MUY MALA"

Y remata "Camargo, Press" con otra enternecedora noticia: "Cerca de 300 niños se suben en Maliaño al "Tren de la Paz" de las Escuelas Asociadas de la UNESCO. Vaya, me digo, otro día dedicado a la socialización y sin estudiar matemáticas. ¡Qué divertido!

viernes, 11 de marzo de 2011

¡Ya era hora!

José Daniel dijo

Yo hacía deporte con Diaz de Villegas cuando eramos pequeños, era un estudiante extraordinario, una persona educada, simpática y honesta a más no poder. Era ejemplar y no creo posible que haya cambiado.
Desconozco lo que ocurre en la CEOE, pero si Yves denuncia, es porque hay algo que denunciar, no me cabe duda.
Ánimo Yves

Éste de arriba  es un comentario aparecido en un blog del "Diario Montañés" a propósito del culebrón que  viene desarrollandose en una asociación local de empresarios. El guión, según lo que se lee en los periódicos, es más o menos así. Un día de hace cuatro o cinco años, en una asablea de la citada asociación, un grupo de empresarios se impuso a la mayoría en una cuestión en apariencia banal: la forma de elección de su secretario general. Hasta la fecha era algo que se había hecho al más puro estilo de la provincia, es decir, por amiguismo. Desde entonces se habría de hacer por un concurso de méritos que se encargaría de valorar una empresa especializada y del todo ajena a cualquier miembro de la organización. Bien, pues así se hizo y el ganador fue el Sr. Diaz de Villegas.

Yves Diaz de Villegas es ingeniero de caminos y habla cuatro o cinco idiomas. Aparte de eso, no sé nada de él salvo que ha puesto en circulación una serie de documentos en los que se desenmascaran las prácticas, no por habituales menos deshonestas, del presidente de la cosa, un tal Sr. Mirones.

Bien, pues hay movida.Y afecta a todo el establishment provincial. O provinciano, si quieren. Y no es una movida al uso, entre los mafiosos de los partidos políticos para ver quién se queda con el contrato en juego. No, según me parece observar esta vez es diferente. Esta vez se trataría de una nueva versión de la antigua lucha de clases, sólo que en vez de proletarios contra burgueses sería la lucha de los letrados contra los iletrados. Cenas de solidaridad con el Sr. Mirones de los empresarios contra manifiestos de apoyo al Sr. Villegas fimados por legión de ingenieros, arquitectos, catedráticos y así. En resumen, que la cosa promete.

En fin, que, si algo hay de cierto en la conclusión que les acabo de exponer, sólo me queda añadir un jubiloso ¡Ya era hora!

jueves, 10 de marzo de 2011

Y sin embargo, se mueve

Con pocos libros habré disfrutado tanto como con  "Del mundo cerrado al universo infinito" de Alexandre Koiré. Posiblemente no sea una obra de las que marcan época, pero a mí seguro que me marcó. Y es que hay libros que te llegan, sin saber cómo, cuando los estás necesitando. Por así decirlo, por aquel entonces empezaba yo a estar más que hasta el gorro de los discursos iluminados de novelistas, filósofos, poetas, por no hablar de psicólogos, sociólogos y demás ólogos que Dios confunda, y, de pronto, me encuentro con un manual de lo tangible, de lo demostrable, de lo sin trampa ni cartón. Una historia, en definitiva, de la evolución del conocimiento científico con sus hitos más memorables. O sea, la verdadera historia del mundo. Y así es que, desde entonces, y cada vez más, vengo pensando que lo que aparece en los libros convencionales de historia, desde las Guerras  Púnicas a la Toma de la Bastilla, pasando por los auges y caídas de tantos imperios, no es más que la digestión de lo que descubrieron mientras jugaban unos cuantos chalados de los que casi nadie se acuerda.

Dicen que todo empezó con un tal Tales, allá, en Mileto, hace dos mil setecientos años o así, cuando se le ocurrió la pregunta fatídica: ¿por qué? Por qué son las cosas como son. Pero no es verdad, más de mil años antes de Tales ya había en Mesopotamia gente que sabía que el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma del cuadrado de los catetos. Porque lo cierto es que con la mutación del mono en hombre, o de la mona en mujer, nació la curiosidad.Y con la curiosidad, el conocimiento. Y con el conocimiento... la tranquilidad para  los que se lo trabajan y la angustia para los que lo rechazan. 

Y en esas estamos, con la pesada digestión de recientes descubrimientos. Un matemático en Tel-Aviv que descubrió un algoritmo. Un bioquímico en Mineápolis que dio con una fórmula. Cosas así que trastocan el mundo sin que haya tiranía, religión o buenas intenciones que puedan impedirlo.

Porque una cosa es lo que vemos a simple vista, la espuma de los días, y otra el motor secreto que mueve el mundo.¿Tú, con cuál te quedas?

sábado, 5 de marzo de 2011

Estamos en racha.







 "PROPUESTA DIDÁCTICA: EL CARNAVAL DESDE LA EDUCACIÓN EN VALORES EN EDUCACIÓN INFANTIL" 













Quiero decir que estamos en racha de buenas noticias. Ayer les daba una -las clases gratuitas que ofrece el MIT-y hoy les voy a dar otra de no menor calado. Se trata, ni más ni menos, de que en un colegio público de Santander no se han celebrado los carnavales. Inaudito, pero cierto. Ni un adorno, ni un disfraz, ni, ni siquiera una mención: la actividad académica se ha desarrollado con normalidad.

Ya, ya sé que me dirán que una golondrina no hace verano. De acuerdo, pero puede que le esté anunciando. Ya saben que cuando alguien da un paso al frente es muy fácil que tenga imitadores. Todos los que lo estaban deseando y no se atrevían. Así suelen empezar todas las cosas, las buenas y las malas, pero ésta puede ser buena. Incluso muy buena.

Bien, la verdad es que en ese mismo colegio que no celebra los carnavales hace cuatro días desperdiciaron uno para celebrar el "Día de la Paz". Perdida de clases, despilfarro de dinero, para que los niños socialicen.  Y luego vienen los profesores de igualdad y se los llevan al patio para que los niños jueguen a las muñecas y las niñas al furbo. En definitiva,  todo ello bullshit socialdemócrata. O sea, que queda mucho más fino decir socializar que suena a cosa socialista que decir relacionarse que es cosa de pijos de la derecha. Aunque todo hay que decirlo, socialdemócratas los hay por todas las partes y de todas las tendencias. Es como una peste. Una peste que si hay colectivo al que tenga cogido por lo más sensible es el de la enseñanza pública. Hasta tal punto que no hace mucho decir maestro y decir progre era mismo. Pero nada es eterno y todo lo que vuela acaba por aterrizar.

La socialdemocracia, ese coctel ideológico que mezcla en proporciones inciertas la nostalgia del socialismo real con el liberalismo de mala gana. Es decir, dinamita para la inteligencia. Y en la práctica, populismo barato. Populismo barato que tiene las consecuencias de todos conocidas: los hijos de los pobres aprenden a socializar en los colegios públicos y los hijos de los ricos aprenden matemáticas en los privados. Y el que a lo suyo se parece, honra merece. Y todo sigue igual, los hijos de los que mandan seguirán mandando y los hijos de los que obedecen seguirán obedeciendo.

Y por tal es que les digo que es muy buena noticia que en un colegio público hayan dejado de socializar para dedicarse a enseñar matemáticas.

viernes, 4 de marzo de 2011

THE TIMES THEY ARE A - CHANGIN'




El profesor Walter Lewin demostrando que el periodo de un péndulo es independiente de la masa que cuelga del péndulo.









Al profesor Walter Lewin ya no le dan los setenta. Y a nadie se le ocurre jubilarle. El sigue ahí, en la brecha, maravillando a los privilegiados alumnos que acuden desde casi todos los rincones del mundo a escuchar las clases que imparte en el MIT (Massachusetts Institute of Technology). Esta es, sin duda, una buena noticia. Pero tengo que darles otra mucho mejor.

Se acordarán que hace años estuvo de moda una canción que decía que los tiempos estaban cambiando. Bien, pues lo que les quiero decir es que ya han cambiado de una vez por todas. Ahora ya no hay excusa, porque ahora todos somos privilegiados. O casi todos, para que nadie se ofenda. Y es que ya no hay que ir a Massachusetts para escuchar a Walter Lewin. Lo puedes hacer desde casa a cualquier hora. Basta con las ganas de aprender y una conexión de banda ancha. Así es que, coges, agarras y te conectas. Buscas la página de MITOPENCOURSEWARE y "a discreción". Encuentras de todo.Y de lo bueno, lo mejor.

Sí, ya sé que a la mayoría del personal esto le parecerá un hecho banal sin la menor trascendencia. A mi juicio están en un craso error. Me consta que hay miles, quizá millones de personas por todo el mundo aprovechándose de esos cursos. Y de otros similares. Gente que, en su mayoría, después de esta experiencia, serán incapaces de escuchar la palabra iluminada. Acostumbrados al lenguaje de los hechos -physic work, repite una y otra vez Walter Lewin- difícilmente tolerarán a los embaucadores.

Quizá me tachen de iluso, pero no me importa. Estoy convencido de que sólo del saber brota el bienestar.  El individual y el colectivo. Ahora sólo falta hacer comprender a la gente que su malestar estriba, fundamentalmente, en su falta de saber. Y que los gobernantes son los que son, precisamente por eso, porque la falta de saber tiende a identificarse con la falta de saber.

Comprendo que es una ardua y desagradable tarea la hacer consciente de su ignorancia al pesonal. Pero no hay otra forma de empezar. Porque el que sabe que no sabe es más fácil que respete al que sabe. Y, entonces, del "no hay saber como el tener" pasaremos al "no hay tener como el saber". Y estaremos salvados. Dentro de un orden.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Puro alarde de la nada.

Les decía días pasados de cómo el multimillonario Bartlebooth se había inventado lo de las acuarelas y los puzzles para ir tirando por la vida sin demasiadas complicaciones de tipo existencial. Tiempo libre, dinero y un gran ombligo. ¡Peligroso! Mucho más seguro organizar un alarde, aunque sea el de la nada. 


Un suponer: decides que vas a invitar a ocho personas a comer "sopa cristal de faisán".  Bueno, ahí hay tajo. Primero, salir a la búsqueda de todos esos ingredientes. Luego, proceder a su manipulación, que ni les cuento. And last but not lest, convocar a las ocho personas para el festín. ¡Con lo ocupado que está todo el mundo! Quizá, como aquel rico de los evangelios, te puedas arreglar con mendigos que, a D.G., de esos nunca faltan y, si es a buena hora, no se hacen de rogar.

Sopa cristal de faisán

Sopa cristal de faisán

Ingredientes

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  • PARA OCHO PERSONAS
  • faisán
  • 1 rabo de ternera
  • 150 g de garbanzos
  • 2 zanahorias
  • 1 puerro (la parte blanca
  • 2 huesos de cadera de ternera
  • 250 g de uvas
  • 50 g de pasas
  • 12 cucharadas de sémola
  • 1 paquete de masa de tempura
  • 2 rebanadas de pan de molde
  • 1 cucharadita de levadura
  • 3 trufas
  • 100 ml de Pedro Ximénez
  • 2 huevos
  • 2 cucharadas de harina
  • Mantequilla
  • 4 l de agua
  • Sal

Instrucciones

La víspera por la noche pon los garbanzos a remojo cubriéndolos con un litro de agua. Al día siguiente, mételos en una redecilla. En una olla a presión pon los garbanzos, los trozos de rabo de ternera, una zanahoria y los huesos de cadera con dos litros de agua y sal. Cierra la olla y cuece durante 30 minutos. Apaga el fuego y deja que se enfríe del todo. Mientras, en otra cazuela, pon el faisán limpio y cortado por la mitad, las peladuras de las trufas, una zanahoria, el puerro cortado en rodajas, las uvas lavadas, las pasas, un litro y medio de agua mineral y sal. Tapa y deja que cueza a fuego medio hasta que el faisán esté tierno. Saca los garbanzos con la redecilla. Cuela el caldo. Desmenuza los trozos de rabo y elimina la grasa adherida. Corta toda la carne en trozos muy pequeños. Cuela el caldo del faisán y mezcla con el caldo de los garbanzos. Deberás tener dos litros de caldo. Comprueba el punto de sal y reserva. Deshuesa el faisan. Corta la pechuga en láminas finas y cortas. Reserva. Desmenuza el resto de la carne del faisán, córtala en trocitos y mézclala con la carne del rabo. Remoja en leche el pan , sin corteza, y mézclalo con las carnes. Haz una masa y forma bolitas pequeñas, pásalas por harina y fríelas. Reserva. Prepara la masa de tempura según las indicaciones del paquete. Sumerge en ella las bolitas y fríelas en abundante aceite caliente. Colócalas sobre papel absorbente de cocina en una fuente redonda. Con los garbanzos haz un puré muy fino. Bate dos huevos con dos cucharadas de harina y una cucharadita de levadura en polvo y añádelos al puré de garbanzos hasta que adquiera textura de natilla. Si queda muy espesa vierte un poquito de leche. Sazona con sal. Pica las trufas y agrégalas a la masa de garbanzos. En una sartén pequeña echa mantequilla y vierte un poco de la masa para hacer una crêpe. Al sacarla, pon en el centro dos lonchas de pechuga de faisán y enróllala. Repite la operación hasta terminar la masa. Colócalas en una fuente. Cuarenta minutos antes de empezar la cena pon a cocer el caldo y cuando hierva agrega la sémola y deja que cueza durante 15 minutos a fuego vivo y añade el Pedro Ximénez. Apaga y coloca encima la fuente redonda con las crêpes. A la vez calienta el horno a 250ºC durante 20 minutos. Apaga el horno y mete la tempura de carne. Para servirlo lo ideal es distribuir ocho bandejitas con la tempura y crepes y en la sopera la sopa para servirla en platos hondos.
 
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En concreto, nada de lo que asustarse. Queda mono y para cuando has terminado el asunto ya es hora de irse a dormir. Además, si consigues comensales, y mejor si son mendigos, al día siguiente ya estará reciclado y disponible en forma de  inmejorable fertilizante.

En fin,el caso es tener la sensación de que uno se sofistica. De que transita por el camino de la fina sensibilidad. Y, además, para mayor gloria, sin excesivos sudores.

¡Ah!, se me olvidaba, por lo que me van  contando, a Bartlebooth, ahora, cuando se acerca al final de su proyecto, no le van  muy bien las cosas. Parece ser que está angustiado por la presión excesiva a la que le somete las dificultades que encuentra para ensamblar los puzzles. Ya veremos en qué acaba todo eso.