Me pasa Maite unos folios en los que ha impreso, o imprimido, que no sé, algunos de los comentarios que aparecen en el foro de INVERTIA, un portal que frecuentan los aficionados a los juegos de "la bolsa o la vida". Bien, reconozco que son ingeniosos, divertidos acaso, aunque también quizá un pelín ingenuos. Y eso por no decir conspiranoicos e incluso handicapaos, ya que, en mi opinión, olvidan, como diría Buñuel, a la mitad del hombre, o sea, para mejor entendernos, la inabarcable complejidad de lo que nos rodea.
Escribe uno de los intervinientes:
"Si metes a una rana en agua hirviendo huye de un salto inmediatamente pero si la metes en agua fría y la vas calentando progresivamente, llegara a hervirse sin que huya"
Bueno, yo no he hecho el experimento, pero no las tengo todas conmigo de que eso funcione así.
Sigue:
"Eso es exactamente lo que hace el poder con la maquinaria propagandistica: si en 2007 nos hubiesen anunciado de golpe todo lo que han llevado a cabo durante la "crisis" los hubiéramos quemado, crucificado y apedreado en las plazas pero lo han hecho progresivamente y de manera magistral hasta el punto de que el pueblo incluso llega a creer absolutamente necesarios los pasos que se dan, pasos que se hubiesen rechazado si se hubiesen dado de inicio."
Luego se mete el tipo en una serie de honduras a las que no puedo llegar por falta de oxigeno en las neuronas, para terminar de tal modo:
"Para ello se ha creado la tragedia griega que parece justificarlo todo y solo han necesitado cuatro años, es asombroso como el capitalismo es cada vez más eficiente en sus propósitos."
Reconozco que lo de "tragedia griega" da fuerza al argumento, pero, la verdad, no me lo puedo creer, cuatro años maquinando para poder meterla doblada. Como si hubiese unas mentes demoniacas instaladas en las cúpulas del poder. Sarkosy y Merkel. O Obama. Incluso los Botín de turno. ¡Anda ya! Para mí que lo que pasa es que, una vez más, ha aumentado peligrosamente la fuerza con la que baja el Río de la Historia y se está llevando por delante todo lo que no está sólidamente fundamentado. En realidad la cosa empezó, como suele pasar siempre, por un acto banal y muy sencillo: un médico húngaro dijo que si te lavas las manos antes de atender un parto es muy probable que la mujer no muera de fiebres puerperales. Y así comenzó la explosión demográfica. Luego vino lo de Fleming y ya fue la bomba. Redondeó el asunto aquel economista del Blomsbury Team que convenció a un presidente americano de que lo mejor para acabar con todos los males era convertir en consumidores compulsivos hasta a los perros y gatos de las familias obreras. Y ahora, pasada la luna de miel de todas aquellas bodas, vas, te asomas a la ventana y ves, y sientes, como todo el edificio se resquebraja. Como si fuese la Casa Usher de Edgar Allan Poe. No resiste el sobrepeso. Hay que apuntalarlo. Pero ¿con qué? Ya no hay madera en los bosques. La única solución que se nos ocurre es quitar habitaciones a la casa y que el personal se amontone en las que quedan. Así, con un poco de suerte, volverán las infecciones, bajará la población y ¿quién sabe?, quizá todavía queden recursos en el planeta para unos cuantos pocos. Son los mismos parches de lógica barata con los que siempre se consiguió que la Bola del Mundo siguiese rodando.
Y al final, ya digo, lo de siempre, que cada uno se las apañe como pueda.
Si el capitalismo fuera tan eficiente en sus propósitos quién duda de que los griegos a estas alturas estarían vendiendo el Partenón para poder sobrevivir o los clientes de las cajas de ahorros se habrían quedado sin un duro. Lo de siempre: no hay nada más tranquilizador que tener a mano un buen espantajo al queculpar delas insensateces colectivas.
ResponderEliminarDesde luego que sí. Podrían hacer como en el palacio de Monterrey de Salamanca que según tengo entendido todos los adornos que le coronan son de poliespan. Hacían un Partenón de poliespan que los turistas ni se enteraban y el de verdad lo vendían. Luego, con el resto de los monumentos, lo mismo. Y a vivir otros cuantos años de la herencia que es lo que suele hacer la gente que va a menos. Con eso y hablar del mal gusto de los que ascienden, en la gloria.
ResponderEliminarPor precisar: parte de las cresterías y los canecillos del palacio de Monterrey son de fibra de vidrio.
ResponderEliminarPor cierto, ¿sabes quién fue el director de aquella restauración por la que le dieron el premio Europa Nostra? Pío García Escudero.
Las dos Españas, la de los pepiños, leires, bibianas, pachis, montillas, gente que al margen de la política no tienen ni oficio ni beneficio y la otra. Uno puede pensar lo que sea de la ideología del PP, pero entre sus dirigentes no recuerdo a ninguno que llegue al nivel de analfabetismo funcional de la jarca que cito arriba.
ResponderEliminarCon respecto a lo del Partenón yo lo haría hoy mismo. Además, pintaría la reproducción plástica con los colores originales (azul, rojo, dorado y tal) y quedaría de flipar. Me imagino a los marineros que regresaran al puerto de Atenas llorando de felicidad al verlo desde el cabo Sunion cuando atardece, como dicen que hacían en la antigüedad. Ahora, a lo mejor los turistas no venían. Acuérdate de lo mal que quedó Feynman en el Museo Nacional cuando quiso ver el mecanismo ese rescatado de un naufragio con el que según parece calculaban la posición de las estrellas y no hizo ni caso a las estatuas.
Antes de que se me olvide: aunque ya sabes que a mí me da un poco igual esto, según el "Diccionario Panhispánico de dudas" (está en la web de la RAE) ambos participios de "imprimir" se pueden usar, si bien hay una preferencia por el irregular, especialmente con función adjetiva, o sea, cuando no se trata de formas verbales compuestas con el verbo "haber".
ResponderEliminarBueno, Anónimo, pues ya está, mandamos a Pio García Escudero a Atenas a que les organice lo de la fibra de vidrio. Y se acabaron los problemas de la deuda.
ResponderEliminarCreo, Jacobo, que no te falta razón respecto a lo de la jarca de analfabetos. Ahora sólo pido a los dioses omnipotentes que no permitan a los del PP aderezar su estructura de poder a base de Legionarios de Cristo.
Y gracias por la aclaración gramatical. Ya sabes cómo sigo tus indicaciones al respecto desde tiempos inmemoriales.
Por cierto que lo de pintar de colores la fibra de vidrio me parece de lo más adecuado.