La hiena es un animal con fama de reírse mucho. No sé de donde le viene pero así es. Quizá es por su forma de enseñar los dientes. En cualquier caso da igual porque, ya saben, coge fama y carga con ella. Y así es que cuando yo era joven se hacía escarnio de la hiena por esa supuesta propensión a la risa. Se decía: folla una vez al año, come mierda y encima se ríe, ¿de qué se ríe?, sin duda tiene que ser estúpida.
Sí, es el misterio de la risa fácil. Risa que sale de dentro cuando nada por fuera propende a provocarla. Incluso cuando todo está en su contra. Algo, supongo, que tendrá que ver con las hormonas. La hormona de la felicidad caiga quien caiga.
Bueno, les cuento esto porque esta mañana hojeando el periódico local voy y me encuentro estas fotos de médicos y enfermeras partiéndose de risa mientras le hacen masaje cardiaco a un moribundo.
La verdad, no he sabido qué pensar. Y no es que no conozca por dentro esos oficios y la necesidad que imponen de tomarlos con deportividad so pena de craquer. Pero, ¡leches!, entre eso y descojonarse ante el respetable hay un gran trecho.
En fin, en cualquier caso doy la enhorabuena a ese equipo que según asegura el periódico es el mejor de España en su especialidad. Provincia obliga.
Es un muñeco, amigo Sancho. Mira bien las articulaciones del supuesto moribundo. JP.
ResponderEliminarEso es lo que me había parecido. En cualquier caso, esa desbordante alegría...
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