domingo, 4 de noviembre de 2012

UBS



Todo parece indicar que la burbuja independentista catalana empieza a perder pie. Cuando una institución que tiene como anagrama no dos, como el Vaticano, sino tres llaves, dice lo que dice, es normal que a muchos se les disipen los humos de la cabeza al caer en la cuenta de que se están cagando por la pata abajo. Porque, claro, las cosas son como y el que manda es el que manda. UBS (Unión de Bancos Suizos) ha creído conveniente decir al niño que deje de joder con la pelota, la bicicleta o, ya puestos, con la independencia que es una cosa que si por un lado no puede ser por el otro es imposible. "Las perspectivas económicas de una Cataluña independiente serían potencialmente desastrosas", han subrayado los de UBS. Opinión que ha sido confirmada por los de JP Morgan, otros que tal bailan. UBS y JP Morgan, ya te digo, como para tomárselo a broma. 

En cualquier caso, la cosa, es decir, lo de la monserga independentista de las regiones que por los azares de la historia atraviesan un periodo de prosperidad tiene su miga. Supongo que a la gente de esas regiones les pasa lo que a las personas que, por lo que sea, les sonríe la fortuna y, entonces,  tienden a creer de inmediato que todo lo que tienen se debe a su mucha inteligencia, dado lo cual, que a mí nadie venga a decirme lo que tengo que hacer. Es natural. Humano, por así decirlo, que Dios donde quita, pone, y si quita miseria pone soberbia.  

Por eso es, supongo, que resulta tan difícil organizar las cosas de este mundo. Los Estados, el Leviatán que le dicen algunos, y todo eso. Ceder soberanía a cambio de seguridad. O a cambio de unos mercados. Un toma y daca sujeto naturalmente a las evoluciones de la coyuntura. Cuando, tienes la sensación de ganar, cuando, la tienes de estar perdiendo. Y, claro, si eres medio idiota, rápidamente tomas la parte por el todo y el instante por la eternidad. Medio idiotas o idiotas enteros que es en lo que nos convertimos todos cuando abusamos del ombligo y olvidamos los horizontes lejanos. 

Les traigo estas cosas a colación porque me lo sugiere esa apasionante batalla que está teniendo lugar en los EE.UU. de America. Obama y Romey. ¿Qué es lo que les diferencia? Desde luego que no la economía ni los principios morales. No, es sólo y exclusivamente la concepción del Leviatán. Uno quiere más poder para el Gobierno Federal y el otro para los Estados. Como si, aquí, Obama quisiese más Madrit y Romey más Autonomías y, todo hay que decirlo, también Nacionalidades que siempre hubo clases. Los poderes locales contra los centrales, ventajas e inconvenientes para dar y tomar. Una mandanga en definitiva que se sacan de la manga para dar sensación de diferencia. 

Y diferencias, pues sí, puede que haya unas cuantas. Las que, por ejemplo, se derivan del hecho de que todo el que destaca,   asciende. Por eso la inteligencia tiende a concentrarse en los aledaños del poder. Y en las periferias, el que no sirve para otra cosa. Los mediocres y así, expertos, eso sí, donde los haya en organizar eventos que, como cualquiera sabe, constituyen el alma de la provincia. 

En fin, perdonen el desbarre de esta mañana lluviosa de domingo otoñal. 


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