miércoles, 7 de noviembre de 2012

Cosas que no puedo ser.



Cosas que no podría ser nunca:

Mormón: porque no pueden fumar ni beber ni tener relaciones sexuales prematrimoniales. 

De cualquier sitio: porque me niego a aceptar cualquier cosa impuesta, aunque sea por el azar. 

Cocinero: porque dado que todo lo que como me sabe a gloria, buena gana de andarse con remilgos.Y gastos y trabajos superfluos.

Médico: porque el contacto con la enfermedad me resulta insoportable. Y no digo ya cuando los enfermos son niños. 

Dandi: porque su concepto de la elegancia y buen gusto me parecen la quinta esencia de la horterada.

Pacifista: porque estoy convencido de que sin lucha, los buenos, que son muchos más, siempre acaban dominados por los malos. 

Creyente: porque me lo impide mi religión. 

Romántico: porque pienso que no hay nada más falso y patatero en este mundo que los sentimientos. 

Alternativo: porque me divierte estudiar.

Pequeño burgués: porque me resulta insoportable la idea de para siempre, sea lo que sea de lo que se trate. 

Bloguero: porque, ya digo, no puedo ser pequeño burgués.

martes, 6 de noviembre de 2012

De veritat vols això?



Es inevitable. Estés donde estés y con quien estés, el Pisuerga siempre acaba pasando por Valladolid y cualquiera de los presentes lo aprovecha para traer a colación la cosa, es decir, Cataluña. ¡Uf, qué cruz, madre mía! Como si todo el asunto no fuese la crónica de una muerte anunciada. 

Bueno, yo, como tenía sobradas razones para conocer el asunto de primera mano, se lo solía advertir a los que querían escucharme. Y si alguien, o sea, la mayoría, mostraba escepticismo, les añadía que esperasen un poco a la primera crisis económica que nunca tarda en llegar. Bien, la crisis ya está aquí, y a los hechos me remito. Y no es que me las quiera dar de Casandro o cosa por el estilo, no, es simplemente que como me gusta enfrentar la realidad in situ, sin prejuicios, suelo ver lo que hay. 

Ya digo, viene de lejos. El año 1918, un tal Francesc Pujols publica el 'Concepte General de la Ciència Catalana', donde establece la existencia de una corriente filosófica catalana, así, sin el menor sonrojo; en esta obra figura su célebre profecía según la cual los catalanes son seres de excepción por el hecho de ser hijos de la tierra de la verdad. Una de sus frases dice, textualmente: Llegará un día en que los catalanes, por el simple hecho de serlo, iremos por el mundo y lo tendremos todo pagado (Arribarà un dia que els catalans, pel sol fet de ser catalans, anirem pel món i ho tindrem tot pagat). Por eso, añade, es mucho mejor ser catalán que millonario. 

Cosas así de divertidas las hay como para llenar un libro más largo que la Biblia. Y lo mejor de todo es que hay muchas personas que lo toman por verdadero. Nunca olvidaré una conversación de sobremesa en un piso del Eixample en la que una colega nacida en Barcelona recordaba desolada el día más triste de su infancia: el día en el que se enteró que España era mayor que Cataluña. Ya digo, para empacharse. 

Y así es como de tanto abusar de la comedia andamos ya rozando la tragedia. Aunque no creo que la cosa vaya a llegar mucho más allá del roce. Al final los catalinos acabarán como un buscalíos que había en mi pueblo que, cuando veía que las cosas se habían salido de madre y le podía caer una paliza, decía a sus compañeros de francachela: agarrarme porque si no le mato.

En fin, teniendo hoy como tenemos el mayor espectáculo del mundo a golpe de telemando, buenas ganas de preocuparse de semejantes folletines. Espectáculo y sólo espectáculo revestido de trascendencia. Ganará Obama, Ganará Romey, y, la única diferencia será que se colocarán los del uno, se colocarán los del otro. Y a efectos prácticos para el común de los mortales, nada de nada. Pero pasaremos el rato. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Burn after reading



Reconozco que me gusta el cine. Desde niño, por así decirlo. Pero no soy ni mucho menos uno de esos apasionados al uso. Me he tirado largas temporadas sin catarlo y no sentía sentimiento alguno de carencia. Simplemente, supongo, era que tenía otras posibilidades de entretenimiento que me atraían más. Y luego, también, que quizá llegó una época, los años ochenta o así, en la que lo poco que veía me parecía una castaña. Era aquel cine que a los que venían de los ambientes conocidos como progres les dio por decir que era "fresco". ¿Fresco? ¿Qué demonios querían decir cuando decían fresco? A lo mejor que trataba temas como el de la homosexualidad o las drogas de una forma natural. O sea, sin aspavientos y más que nada en clave de comedia. Sí, en cualquier caso, dio para mucho lo de "fresco". Bueno, últimamente he escuchado lo de "poema". Que tal película es un poema. La repanocha, vamos. El caso es sintetizarlo todo en una palabra de moda y todos contentos porque todos lo entienden. En fin, vamos a dejarlo. 

El caso es que los últimos años, circunstancias obligan, no se puede dejar de lado la menor posibilidad que se presente de robarle unas horas, o minutos, al estado de conciencia de uno mismo en el que se tiende a quedar atrapado cuando la vida está instalada en el ocio permanente. Y el cine, qué duda cabe, es un buen instrumento al respecto. Uno se puede pasar un par de horas flotando en la nubes, más, luego, el más o menos largo rastro de impresiones mientras vas descendiendo a la realidad. Una bicoca, porque, además, no cuesta un duro. O casi. 

Y estando en esas, mayormente inmerso en las delicias del clasicismo, voy y me topo con los hermanos Coen, Joel y Ethan. Veo "Fargo", veo "El Gran Lewosky" y quedo prendado. Por fin algo contemporáneo que tiene que ver con el mundo en el que vivo. Es lo que hay, más cómico que trágico por muy trágico que sea. Anoche le tocó el turno a "Burn after reading". Un disparate. Pero es que qué otra cosa es todo este tinglado que tenemos montado. Las personas no podemos poner límite a nuestras ansias de placer. El entorno nos lo exige so pena de quiebra económica. Y claro, cuando se anda por las alturas, concretamente en los alrededores de Capitol Hill, porque no se equivoquen, todos andamos por ahí, desaparecen los tapujos y se va al grano, es decir a los orgasmos. Es lo que tiene este mundo, que internet mediante y demás, no es que nos metamos en la cama con Obama y Michelle, pero casi. En fin, que aquí estamos para gozar y todo lo que se haga en ese sentido va en la dirección correcta. Y no importa que la cosa acabe en tragedia porque pesa mucho más todo lo que nos hemos reído por el camino. Es lo que hay. 

domingo, 4 de noviembre de 2012

UBS



Todo parece indicar que la burbuja independentista catalana empieza a perder pie. Cuando una institución que tiene como anagrama no dos, como el Vaticano, sino tres llaves, dice lo que dice, es normal que a muchos se les disipen los humos de la cabeza al caer en la cuenta de que se están cagando por la pata abajo. Porque, claro, las cosas son como y el que manda es el que manda. UBS (Unión de Bancos Suizos) ha creído conveniente decir al niño que deje de joder con la pelota, la bicicleta o, ya puestos, con la independencia que es una cosa que si por un lado no puede ser por el otro es imposible. "Las perspectivas económicas de una Cataluña independiente serían potencialmente desastrosas", han subrayado los de UBS. Opinión que ha sido confirmada por los de JP Morgan, otros que tal bailan. UBS y JP Morgan, ya te digo, como para tomárselo a broma. 

En cualquier caso, la cosa, es decir, lo de la monserga independentista de las regiones que por los azares de la historia atraviesan un periodo de prosperidad tiene su miga. Supongo que a la gente de esas regiones les pasa lo que a las personas que, por lo que sea, les sonríe la fortuna y, entonces,  tienden a creer de inmediato que todo lo que tienen se debe a su mucha inteligencia, dado lo cual, que a mí nadie venga a decirme lo que tengo que hacer. Es natural. Humano, por así decirlo, que Dios donde quita, pone, y si quita miseria pone soberbia.  

Por eso es, supongo, que resulta tan difícil organizar las cosas de este mundo. Los Estados, el Leviatán que le dicen algunos, y todo eso. Ceder soberanía a cambio de seguridad. O a cambio de unos mercados. Un toma y daca sujeto naturalmente a las evoluciones de la coyuntura. Cuando, tienes la sensación de ganar, cuando, la tienes de estar perdiendo. Y, claro, si eres medio idiota, rápidamente tomas la parte por el todo y el instante por la eternidad. Medio idiotas o idiotas enteros que es en lo que nos convertimos todos cuando abusamos del ombligo y olvidamos los horizontes lejanos. 

Les traigo estas cosas a colación porque me lo sugiere esa apasionante batalla que está teniendo lugar en los EE.UU. de America. Obama y Romey. ¿Qué es lo que les diferencia? Desde luego que no la economía ni los principios morales. No, es sólo y exclusivamente la concepción del Leviatán. Uno quiere más poder para el Gobierno Federal y el otro para los Estados. Como si, aquí, Obama quisiese más Madrit y Romey más Autonomías y, todo hay que decirlo, también Nacionalidades que siempre hubo clases. Los poderes locales contra los centrales, ventajas e inconvenientes para dar y tomar. Una mandanga en definitiva que se sacan de la manga para dar sensación de diferencia. 

Y diferencias, pues sí, puede que haya unas cuantas. Las que, por ejemplo, se derivan del hecho de que todo el que destaca,   asciende. Por eso la inteligencia tiende a concentrarse en los aledaños del poder. Y en las periferias, el que no sirve para otra cosa. Los mediocres y así, expertos, eso sí, donde los haya en organizar eventos que, como cualquiera sabe, constituyen el alma de la provincia. 

En fin, perdonen el desbarre de esta mañana lluviosa de domingo otoñal. 


sábado, 3 de noviembre de 2012

La vida fantasmática



Anoche me quedé clavado tres horas ante la pantalla. Se trataba de tres capítulos seguidos de la nueva entrega de la serie "Breaking Bad". En realidad nada nuevo, si acaso una vuelta de tuerca más en el refinamiento de ese negocio del aturdimiento que creo recordar les mencionaba el otro día. El aturdimiento, esa casi necesidad biológica con la que se palían los sufrimientos consustanciales al ir haciéndose persona. O individuo.

Lo que yo veo innovador en "Breaking Bad" es que el centro de toda la trama criminal no reside en el "capo" o "padrino" que controla la red de distribución de la sustancia aturdizante, no, eso, por así decirlo, es ya una vulgaridad al alcance de cualquier matón de barrio. En este caso todo gira alrededor del creador de la sustancia en cuestión, un químico  prestigioso que se pasa de bando para compensar lo mal que le tratan los hados. En definitiva, un personaje que fabrica clandestinamente una metanfetamina de una pureza casi sublime. Lo demás, el sucio, peligroso y muy rentable comercio de las sustancias prohibidas. 

El caso es que si lo piensas un poco tanto Breaking Bad no tiene mucho sentido. Porque la policía lo tiene que tener chupado en este caso. Porque no puede haber muchos químicos capacitados para tal tarea y, por otra parte, los aparatos que se necesitan para ello se pueden comprar en pocos sitios. Luego, claro, justificándolo todo con la descripción de un entorno social decadente, sin principios, aborregado... ¡lo que no habremos visto ya al respective! 

Demasiado hemos visto. Tanto que uno se pregunta si los integrantes del lobby prohibicionista del comercio libre de estupefacientes no serán mayormente los de la industria del entretenimiento. Porque es que quitas esa prohibición y es como si hubieses amputado un miembro a la producción cinematográfica. Mafia, mafia y más mafia. Siempre lo mismo. El Padrino, Los Soprano... si a eso le añades los alemanes haciendo de malos ya tienes la mitad de la historia del cine. 

En fin, a lo que iba, que uno se pregunta qué pasaría si se levantasen todas las prohibiciones al libre comercio de las drogas. Los hay que piensan que todo sería mejor. Otros, lo contrario. Personalmente, nunca osaría definirme al respecto. Sí, ya sé que hay quien dice que en Holanda están legalizadas y no pasa nada. Y claro, si todo el mundo fuese como Holanda yo también estaría a favor de su legalización. Pero por suerte o por desgracia no a todos los lados llegó el calvinismo. En la mayoría ni siquiera han oído hablar de eso. Sí, convendrán conmigo que es muy difícil prever las consecuencias de una decisión de tal envergadura en un mundo en el que no se para de adoctrinar a la gente con la idea de que lo guay es conservar toda la vida el espíritu de la infancia. Ya saben, una potente vida fantasmática que aleja todo contacto con la realidad y por ende con el aburrimiento... o la idea de muerte si mejor quieren.  

No sé, ya digo, para mí que el problema es que somos demasiados y eso no deja crecer. Lo demás, por añadidura.  


viernes, 2 de noviembre de 2012

Divino tesoro



Sostiene Stephen King que cuando un teenager es feliz podemos estar seguros de que está afectado por una patología mental severa. El cantante galáctico, Jaume Sisa, decía más o menos lo mismo, o sea, que la juventud tiene eso,  juventud y nada más. Ni conocimiento, ni experiencia, ni independencia... nada de nada que no sea juventud, o sea, nada. 

En cualquier caso lo que es absolutamente constatable es que la juventud es el sector de edad al que más fácil es venderle motos averiadas. Sólo hay que decirles que están de moda y ahí les tienes a todos que van de culo para conseguirlas. Y los padres, por lo general, para que dejen de darles la lata y se vayan unas horas de casa, les financian la estupidez. Y así corre el mundo y pasa lo que pasa. 

Ayer fue el Madrid Arena, pero historias semejantes las hay a cientos. Una aglomeración de esas, más en un recinto cerrado, y con la absoluta certeza de que un porcentaje alto de los congregados está hasta arriba de todo tipo de sustancias psicotrópicas, ¡ya me dirán! Hasta un niño sabe que es dinamita a merced del fuego. Y sin embargo los padres les dan sesenta euros a los hijos para, ya digo, que se vayan unas horas de casa. Algunos, ya puestos, pensarán que con un poco de suerte a lo mejor ya no vuelven. 

Uno, que como no podía ser menos ha pasado por todo tipo de tonterías, recuerda con horror aquella noche en el velódromo de Anoeta de San Sebastián. Se esperaba al Gato Barbieri que no acababa de llegar. Las diez, las once, las doce, la una. Cuarenta mil personas abarrotando el recinto. Todas, sin excepción, drogadas. De pronto tuve conciencia de la situación y me quedé paralizado de terror. En esas estaba cuando llegó el Gato y se puso a tocar de cualquier manera porque también él estaba como una cuba. ¿A quién le iba a importar? Con tal de que metiese ruido, todos contentos. El ruido que aturde la conciencia de que no eres nada.

Y lo bueno es que esto, que viene de lejos, de cuando las Bacantes por lo menos, nunca va a cambiar. Porque la necesidad de aturdimiento de los que sufren de falta de autoestima es infinita. Y por eso todo ruido es poco. Y toda droga, también.

En fin, la condición humana, qué le vamos a hacer. 



jueves, 1 de noviembre de 2012

Concertadas son las bodas/ ¡ay, dios, en hora menguada!



Supongo que ya habrán oído hablar de ese final de boda a tortas entre los invitados de la primera parte y la parte contratante. En el Hotel Londres, de San Sebastián para unos y Donosti para los otros. Los unos, de la parte del novio, de Valladolid y al parecer españoles. Los otros, de la parte contratante y aberzales de corazón. Como capuletos y montescos o cosa parecida.

Al parecer un aberzale le pidió al disjokey que pinchara una canción en vascuence de un tal Lerchundi. Una canción que es algo así como el "Adiós España Querida" de Molina, pero en cutre. El vasco que se va, en este caso, ni cruza océanos ni nada; apenas unos kilómetros más allá de Las Landas y ya está que se derrite de nostalgia... que no es para menos. Y, luego, que Lerchundi, nada que ver con Molina que, cante lo que cante, es un delirio. Hay que ser muy zoquete para no comprenderlo. En fin, que el novio, de Valladolid, debía estar ya hasta los mismísimos de tanta sensibilería aberzalera y mandó retirar el disco. Nunca lo hubiese hecho...

El caso es que la barroka acabó con sus correspondientes heridos y los gritos de rigor, ¡Viva España! los unos y ¡Gota ETA! los otros. O sea, tanto monta, monta tanto, que a eso es a lo que hemos llegado de tanto tragar relativismo. "Discutido y discutible" que argumentaría el "Adolescente".

Lo verdad, yo cada vez lo entiendo menos. Burocracia para unirse y burocracia para el más que probable separarse. Y con suerte, si hay aberzales por medio, con palos para redondear a la entrada y la salida. Y la gente insiste. Sin duda tiene que haber algo de eso que llaman "psicológico" para que se perpetúe la sandez. Algo así como la ilusión de la seguridad. Como sí cuando una de las partes empieza a perder pie el solo recuerdo de que "las bodas fueron en Burgos, las tornabodas en Lara" ya le hiciera afianzarse de nuevo y seguir camino como si no hubiese pasado nada. Non sense.  

Pero bueno, bodas y tornabodas aparte, qué buena señal me parece que unos de Valladolid vayan a San Sebastián y  planten cara a ese matonismo pueblerino. Porque es que antes de enterarse de qué es lo que pretende de verdad ese personal comeberzas convendría que se atasen los machos. Ellos no quieren separarse de España para hacer mariconadas al estilo de los catalanes. Europa y todo eso. No, su principal argumento para separse es que quieren salirse de la Unión Europea porque los europeos son unos redomados imperialistas. Lo suyo será sumarse a la Revolución Bolivariana que lidera Hugo Chávez. Así, como les digo. Y si no se lo creen vayan a la página web de Sortu y lean. En esas estamos y, por nuestra parte, venga paños calientes. 

No sé, pero como no haya muchos de Valladolid dispuestos a sacrificarse casándose con una comeberzas... no sé...